Banfield ganó un partido de locos: tres penales y un golazo sobre la hora ante Newell's para salir del fondo
El equipo de Falcioni celebró su primera victoria del campeonato a expensas de Newell’s
Sobraron las emociones en el sur bonaerense. Es posible que el partido no haya sido brillante, pero sí quedó claro que fue muy entretenido. Lo empezó mejor Newell’s, que muy pronto convirtió en figura a Facundo Sanguinetti, el arquero del Taladro, que se lució con un par de atajadas en la misma jugada. Pero, en esa acción, Aarón Quirós interceptó con el brazo un tiro dentro del área local. Rey Hilfer sancionó penal, el uruguayo Juan Ramírez buscó abrir la cuenta, pero Sanguinetti se lució de nuevo con una formidable atajada yendo sobre su palo izquierdo.
Hubo más, claro. Ya en la segunda parte, Rey Hilfer cobró un penal muy discutido por una presunta falta sobre Bruno Sepúlveda. En el mismo arco donde había atajado Sanguinetti, esta vez el encargado de patear era Milton Giménez. Pero el delantero de Banfield lo pateó muy mal y el remate salió por arriba del travesaño.
Todavía con el partido igualado en cero, Banfield tuvo un tiro de esquina. Tras un despeje, la pelota le quedó a González, que mandó el centro de primera, y Milton Giménez, por el segundo palo, cabeceó directo a la red. ¿Gol? No. El VAR trazó las líneas y el delantero estaba ligeramente adelantado por el hombro derecho cuando iba a buscar el cabezazo. Seguían las cosas 0-0...
Cada vez faltaba menos, Banfield seguí atacando... Hasta que vino un centro desde la derecha, y la pelota dio claramente en el brazo de Glavinovich, que tenía el brazo muy extendido, tampoco lo tenía apoyado en el piso, y Rey Hilfer, después de revisar la acción en el VAR, cobró el tercer penal de la noche. De nuevo Milton Giménez, que fue por el desquite... y anotó esta vez, pero con bastante suspenso, porque la pelota dio en las manos de Lucas Hoyos, el arquero no pudo retener y el balón se le metió dentro del arco.
Y hubo un bonus track: un golazo para cerrar la noche. De un lateral largo en ataque, Sepúlveda cedió para Giménez, que en lugar de retener la pelota buscó avanzar. Y ¡cómo avanzó! Eludió a un adversario, soportó el cierre de otros dos, y cuando salió Hoyos, tocó suave ante el arquero desesperado para anotar el 2-0 y terminar una noche increíble con una joyita.
Así, Banfield consiguió su primera victoria del campeonato. Lo gritó Milton Giménez, que terminó bárbaro después de un arranque poco propicio, en un partido que fue una locura.