Ante la amenaza de una derrota histórica, varios ministros de Macron se presentarán como candidatos en las legislativas de Francia
El primer ministro, Gabriel Attal, será uno de los altos funcionarios que buscará un escaño en el Parlamento. La presencia de miembros del gabinete en las listas refleja la voluntad del Gobierno de atraer a los votantes ante los datos desfavorables de las encuestas
También están el ministro del Interior, Gérald Darmanin, el de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, el titular de Agricultura, Marc Fesneau, el de Sanidad, Frédéric Valletoux, o la de Turismo y Consumo, Olivia Grégoire.
Le Maire ha explicado que había prometido hace mucho tiempo que no sería diputado más de tres legislaturas y que es “un hombre de palabra”.
Tampoco competirán por un escaño el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, el de Justicia, Éric Dupond-Moretti, o la de Cultura, Rachida Dati, que hasta su entrada en el Ejecutivo de Macron a finales del mes de enero era una figura destacada de Los Republicanos (LR, el partido tradicional de la derecha).
Esta avalancha de miembros del Gobierno en las listas electorales ilustra la voluntad de utilizar la notoriedad para dar la vuelta a las encuestas en los comicios que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio.
Esos sondeos preludian una victoria de la extrema derecha de la Agrupación Nacional (RN), que podría obtener más del 30% de los votos en la primera vuelta, seguida por el nuevo Frente Popular que reúne a los partidos de izquierdas, que obtendría el 25-28%, y por detrás el bloque macronista, con menos del 20%.
A partir de ahí, la cuestión sería cómo eso se traduce en la segunda vuelta en el reparto de los 577 diputados, que se eligen en circunscripciones uninominales.
El acuerdo de creación del Frente Popular ha establecido el reparto de candidaturas entre las cuatro formaciones que la componen: La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon se ha quedado con 229, el Partido Socialista (PS) con 175, los Ecologistas con 92 y el Partido Comunista Francés (PCF) con 50.
Mélenchon no es candidato y, aunque el pasado miércoles dijo estar dispuesto a ser primer ministro si ganaba la izquierda, este domingo ante el malestar que genera su personalidad en los otros partidos de la coalición e incluso en una franja del suyo propio, aseguró que “nunca” será un problema, dando a entender que dejará de lado sus ambiciones.
Sí que figuran en las listas los líderes de los otros partidos del Frente Popular, el del PS, Olivier Faure, la de los Ecologistas, Marine Tondelier (aunque como suplente), y el del PCF, Fabien Roussel.
También ha sido investido por el PS el antiguo presidente de la República François Hollande (estuvo en el Elíseo de 2012 a 2017) en su antiguo feudo electoral de Corrèze, y eso pese a sus repetidos choques con Faure y sus críticas pasadas a cualquier alianza con LFI.
Ante la presión de sus socios del Frente Popular e incluso de muchas voces en LFI, renunció a su candidatura el diputado saliente Adrien Quatennens, cuya presencia era polémica teniendo en cuenta que había sido condenado en 2022 a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento por pegar a su mujer.
En cuanto al controvertido pacto suscrito esta semana entre la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y el presidente de LR, Éric Ciotti, a espaldas y contra la voluntad de la mayor parte de los dirigentes de este último partido, todavía es pronto para evaluar completamente su alcance.
Ese acuerdo prevé que el RN no presenta candidatos en 70 circunscripciones en las que pedirá el voto por un pretendiente escogido por la facción de LR que ha basculado con Ciotti. Pero no parece que haya en esas circunscripciones grandes nombres de LR.
Además, el bloque de LR que ha denunciado la alianza con la RN ha optado por presentar candidaturas que compiten con las propuestas por Ciotti. El mismo Ciotti tendrá un adversario de LR en su circunscripción de la ciudad de Niza.