Abonados a la épica financiera
El Barcelona sigue fuera de la norma que le puede permitir fichar. El club continúa viviendo al límite y confía en que lleguen los inversores que se anuncian desde hace meses.
Desde el club aseguran que es una cuestión de tiempo y cuentan con la comprensión de LaLiga, que les esperará porque confía en el plan de la entidad que preside Joan Laporta. Pero de momento, el Barça vuelve a vivir en el alambre.
Esto supone que todas las operaciones que realice el Barcelona en cuanto a fichajes van a quedar a expensas de cómo se puedan cuadrar los números. Es decir, que el club está donde estaba hace dos temporadas cuando tenía a jugadores firmados que no podían ser inscritos hasta regularizar la situación económica.
Desde la junta mantienen que existen contactos muy avanzados con fondos de inversión que cubrirán el agujero que ha dejado Libero y que incluso hay más inversores dispuestos a inyectar dinero. Pero de momento, nada se ha cerrado. Otra de las vías para refinanciar al club pasa por renegociar y ampliar el contrato con Nike, empresa con la que el Barça ha tensado las relaciones y que ahora necesita.
Tampoco hay novedades en este aspecto tras la reunión de la junta. Después del órdago fallido del Barcelona amenazando con romper con la multinacional de Oregón, que tiene asegurado el contrato hasta el 2028, los americanos no tienen ninguna prisa por negociar. El atasco en esta vía es evidente y el club cada vez más se ve abocado a encontrar dinero acudiendo al mercado.
De momento, la salida de Marc Guiu al Chelsea por seis millones parece segura y ha pasado a ser urgente. Debería hacerse antes del domingo para que computara en este ejercicio. Pero con esa venta no basta. La épica financiera vuelve a definir la política de un club que vive al límite.