Xavi deja sin premio a la plantilla

Tenía previsto dar dos días y medio de fiesta al equipo si se ganaba en Montilivi. La derrota ha obligado a cambiar de planes y sólo descansarán el martes.

Javier Miguel
As
Resaca traumática en ‘Can Barça’ tras el descenso a los infiernos que se vivió en Montilivi. La derrota ante el Girona ha convulsionado todos los estamentos del club, desde la zona noble -con un Joan Laporta cabreadísimo y aireando su enfado en el mismo palco- hasta el vestuario, con el equipo absolutamente abatido, reflejado claramente en su capitán, Sergi Roberto, asumiendo consternado su error garrafal y pidiendo perdón a la afición nada más acabar el partido. El rostro desencajado de Xavi Hernández, visiblemente superado por las circunstancias, dejaba muy claro que el equipo, ahora sí, había tocado fondo, con la amenaza, más real que nunca, de acabar la temporada en la tercera posición y sin posibilidades de participar el próximo curso en la Supercopa de España, con el agravante económico que supondría.

Según explican a AS, el día después a la derrota seguía siendo un auténtico funeral. La Ciutat Esportiva era un amasijo de caras largas, pocas palabras y silencios compungidos. Ni reuniones, ni arengas, ni mensajes de ánimos, ni voces rebelándose...Nada. Esta inacción, sin duda, empieza a preocupar y ocupar en el club, consciente que el equipo necesita una reacción, ya no pensando esta temporada, donde está en juego aún la segunda plaza -el Barcelona está un punto por debajo del Girona con el ‘goal average’ perdido a falta de cuatro jornadas-, sino en el próximo curso, donde el equipo está obligado a devolver la ilusión a palazos.

El entrenador del FC Barcelona Xavi Hernández, durante el partido de la jornada 34 de Liga en Primera División entre el Girona FC - Barcelona FC, en el estadio municipal de Montilivi.
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El entrenador del FC Barcelona Xavi Hernández, durante el partido de la jornada 34 de Liga en Primera División entre el Girona FC - Barcelona FC, en el estadio municipal de Montilivi. Siu WuEFE

Xavi no sacó el látigo ni reprendió a los jugadores. “Estaba muy jodido, el día que más...”, reconocen dentro del vestuario. Y es que el técnico ha visto cómo de un plumazo, el equipo firmaba los peores treinta minutos de la temporada, poniendo claramente en entredicho su proyecto. Por mucho que asegurara unos días antes que habían hecho el mejor entrenamiento del año, lo cierto es que el equipo ha llegado a este tramo final con la confianza por los suelos y con un déficit evidente de ideas y de juego.

Eso sí, el técnico ha anulado el premio que tenía previsto conceder a la plantilla si ganaban en Montilivi. Como la semana quedará totalmente libre -el próximo partido se juega el lunes 13 ante la Real Sociedad en Montjuïc- estaba planificado dar dos días y medio de fiesta. El resultado ante el Girona ha dado marcha atrás a esta decisión, por lo que finalmente sólo tendrán uno (martes) y gracias.

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