Un orangután salvaje usó una planta medicinal para curarse una herida
Es el último ejemplo de cómo algunos animales intentan aliviar sus propios males con remedios encontrados en la naturaleza, informaron científicos en un estudio publicado en Scientific Reports
Investigaciones anteriores han documentado varias especies de grandes simios que buscan medicinas en los bosques para curarse, pero los científicos aún no habían visto un animal tratarse a sí mismo de esta manera.
El intrigante comportamiento del orangután fue registrado en 2022 por Ulil Azhari, coautor e investigador de campo del Proyecto Suaq en Medan, Indonesia. Las fotografías muestran que la herida del animal se cerró al cabo de un mes sin ningún problema.
Los científicos han estado observando orangutanes en el Parque Nacional Gunung Leuser de Indonesia desde 1994, pero no habían visto este comportamiento antes.
“Es una sola observación”, dijo el biólogo de la Universidad Emory Jacobus de Roode, que no participó en el estudio. “Pero a menudo aprendemos sobre nuevos comportamientos comenzando con una sola observación”.
“Es muy probable que se trate de automedicación”, dijo de Roode, añadiendo que el orangután aplicó la planta sólo en la herida y en ninguna otra parte del cuerpo.
Es posible que Rakus haya aprendido la técnica de otros orangutanes que viven fuera del parque y lejos del escrutinio diario de los científicos, dijo la coautora Caroline Schuppli de Max Planck.
Rakus nació y vivió cuando era joven fuera del área de estudio. Los investigadores creen que el orangután resultó herido en una pelea con otro animal. No se sabe si Rakus trató anteriormente otras lesiones.
Los científicos han registrado previamente que otros primates usaban plantas para tratarse a sí mismos por diferentes molestias y dolencias.
Los orangutanes de Borneo se frotaban con jugos de una planta medicinal, posiblemente para reducir los dolores corporales o ahuyentar los parásitos.
Se ha observado a chimpancés en múltiples lugares masticando brotes de plantas de sabor amargo para calmar sus estómagos. Los gorilas, chimpancés y bonobos tragan enteras ciertas hojas ásperas para deshacerse de los parásitos estomacales.
“Si este comportamiento existe en algunos de nuestros parientes vivos más cercanos, ¿qué podría decirnos sobre cómo evolucionó la medicina por primera vez?” dijo Tara Stoinski, presidenta y directora científica de la organización sin fines de lucro Dian Fossey Gorilla Fund, que no participó en el estudio.