TOTTENHAM 0-MANCHESTER CITY 2 / ¡Haaland acerca la Premier!
El Manchester City depende de sí mismo para ganar la liga en la última jornada tras vencer al Tottenham con un doblete del noruego. Stefan Ortega hizo tres paradones tras el lío Ederson-Guardiola.
El Arsenal no ha perdido la Premier League, pero el Manchester City depende de sí mismo para ser campeón. Aunque el Tottenham no entregó la cuchara y protagonizó una memorable actuación ante los citizens, los pupilos de Pep Guardiola regresan a lo más alto de la tabla. Y ya no quedan partidos aplazados. Con dos puntos de ventaja sobre los gunners, el equipo de Mikel Arteta necesitaría que el West Ham asaltara el Etihad Stadium, así como ganar al Everton en casa. Es decir, la cuarta Premier League consecutiva de los de Guardiola, un hito histórico y nunca antes visto en las islas británicas, está cerca.
Sigue la maldición del City
Lejos de ponerle la alfombra roja a los citizens desde el primer minuto, los pupilos de Ange Postecoglou salieron muy valientes, sabedores que la cuarta plaza aún estaba en juego. La primera mitad se jugó en muy pocos metros, ya que ambos equipos partían con las líneas defensivas notablemente adelantadas, y con mucha tensión. Lógico estando la Premier League en juego. Aunque Rodrigo Bentancur fue el primero en probar los reflejos del meta visitante con un disparo desde la frontal, quien más cerca estuvo de cantar “gol” fue el Manchester City.
Si Pep Guardiola aún no sabía lo que es celebrar un gol en el Tottenham Hotspur Stadium en un partido liguero es por intervenciones como las de Guglielmo Vicario y Radu Dragusin. Si la mano que sacó el arquero italiano a Phil Foden tras un error flagrante de Pierre-Emile Hojbjerg fue meritoria, todavía más milagroso fue el tanto que evitó el hoy central titular de los spurs al filo del descanso. Micky van de Ven cortó un primer disparo peligrosos de Erling Haaland, pero el exzaguero del Genoa metió la cabeza para evitar el 0-1 de Bernardo Silva cuando el centrocampista portugués de los skyblues ya se relamía.
Ortega da la razón Guardiola
¿Cómo empezó el segundo tiempo? Pues de la misma forma que terminó el primero, con un “uy” de los seguidores visitantes y un aluvión de aplausos de la parroquia local. La única diferencia es que, tras el segundo paradón de la noche de Guglielmo Vicario, en esta ocasión a Kevin de Bruyne, sí llegó el tanto visitante. La enésima internada por banda del Manchester City, así como la enésima conexión entre el centrocampista belga y Erling Haaland, permitió al cyborg estrenar el marcador. El pase de la muerte desde el interior del área corrió a cargo del ‘17′, su 17ª asistencia del curso, y la definición a placer fue del noruego, el número 26 en Premier League. El primer gol, ahora sí, de los citizens en el Tottenham Hotspur Stadium.
Aunque Kevin de Bruyne se llevó un duro pisotón de Pape Matar Sarr, la peor parte se la llevó Ederson. Un golpe en la cabeza del ‘Cuti’ Romero al brasileño. Aunque el arquero se veía para seguir, Pep Guardiola no quiso arriesgar y dio entrada a Stefan Ortega. Eso sí, portero y entrenador tuvieron sus más y sus menos en la línea de banda. Tras el encontronazo, con la correspondiente patada a una nevera ante la intimidante mirada del técnico español, Ederson terminó llorando en el banquillo. El belga también fue sustituido.
A pesar del rifirrafe, Pep Guardiola pudo colgarse una medallita, y es que lo primero que hizo el meta germano en el partido fue evitar el tanto del empate de Dejan Kulusevski. Lo primero, no lo único ni último. Además de negarle otro tanto al sueco, Stefan Ortega, a cinco minutos del final, dejó una de las intervenciones de la temporada. Heung-min Son se plantó solo tras un error descomunal de Manuel Akanji, pero el alemán, a lo ‘Dibu’ Martínez, se hizo gigante. La pierna de Stefan Ortega era media Premier League, y la otra media el 0-2 de Erling Haaland. Jérémy Doku provocó un penalti en el 90′ y el cyborg convirtió la pena máxima. Enloquecida la grada visitante, enloquecida la plantilla visitante y desolados los seguidores gunners en sus casas.