Sigue la interna del MAS en Bolivia: el Tribunal Electoral determinó que Evo Morales sigue siendo el líder del partido
Según el vocal del TSE Tahuichi Quispe, la directiva que preside el ex mandatario, desde hace 27 años, sigue “vigente y reconocida”
Por su parte, Gustavo Ávila, también vocal del organismo, confirmó que el informe sobre el congreso del MAS que se efectuó del 3 al 5 de mayo en la ciudad de El Alto por el bloque leal a Arce, se conocerá en 15 días y se determinará la validez de la nueva directiva.
Mario Seña, secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (Csutcb) organización cercana al Gobierno, declaró que “la población está en emergencia” y que “va a haber algunas manifestaciones” en caso de que el Órgano Electoral desconozca a Grover García como nuevo líder oficialista.
El ex presidente Morales calificó de “ilegal” el cónclave y avisó que dará una fuerte “batalla legal” para no ser relegado como líder del partido, además, sentenció que será candidato presidencial para las elecciones presidenciales de 2025 “a las buenas o a las malas”.
Las organizaciones fieles al ex mandatario tienen previsto para el 10 de julio su congreso propio del MAS en Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales y también esperan que el TSE acompañe esa cita.
El nuevo presidente del MAS, Grover García, convocó a un nuevo congreso en tres meses, para cambiar los estatutos del partido y “refundarlo” para que “nunca más quede en manos de una sola persona”, como ya lo había señalado el presidente Arce al inicio del cónclave el pasado viernes.
Mientras que Morales acusó este domingo al presidente Arce, quien fue su ministro de Economía, de tener un plan para “prorrogarse” en el poder y dijo que el mandatario “ofreció a los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional una extensión de su mandato hasta el 2027″ para que lo ayuden con ese “plan”.
Arce y Morales están distanciados desde 2021 y el año pasado se profundizó la división en el oficialismo, por la realización de un congreso nacional en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el expresidente se ratificó como líder del MAS y fue nombrado “candidato único” para las elecciones de 2025.
Arce no asistió a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.
Las tensiones aumentaron después de que el TSE decidiera anular el congreso de 2023 e instruir que se convocara a uno nuevo consensuado, algo en lo que tampoco se pusieron de acuerdo ambas facciones oficialistas.