Se acabó el debate: Courtois
Su recital ante el Alavés (10 paradas) confirman el retorno. “Soy el mismo... o incluso mejor”, dice. Salvo recaída estas semanas, será titular en Wembley.
“Entiendo que se pudiera dudar...”
El recital de Courtois fue superlativo, firmando además tres recuperaciones (salir a blocar por alto o a cortar centros rasos) y dos paradas especialmente llamativas: un despeje a bocajarro en el segundo minuto y, sobre todo, una mano abajo a Hagi en la segunda parte. Esta última, probablemente de las mejores intervenciones de un portero esta Liga. Mucho mérito. “Yo me siento muy bien. Entiendo que se pudiera dudar de cómo iba a volver, pero yo sabía que lo haría fuerte. Soy el mismo Courtois... o incluso mejor. Quizás me hacía falta un partido como este, con muchos disparos: cercanos, rápidos, de reflejos, en esa parada abajo a la izquierda (la de Hagi) me he sentido orgulloso. El equipo tiene ahora unos días libres, pero yo seguiré trabajando con Llopis (entrenador de porteros)”, dijo.
Imbatido desde agosto
Apurando en su puesta a punto particular. La mirada, en Wembley. Las sensaciones son sobresalientes: ha jugado tres partidos y firmado tres porterías a cero (3-0 al Cádiz, 0-4 al Granada y 5-0 al Alavés). Teniendo en cuenta el tiempo que lleva fuera, es una anécdota, pero nadie le marca desde el 3 de agosto (3-1 a la Juventus en la gira de Estados Unidos). Es el regreso de Thibaut, el mejor portero del mundo. Del cual se sospechaba que podía no regresar con esta eficacia, pero lo ha hecho, superando incluso los pronósticos más optimistas. Y apunta con firmeza a la final de la Champions.
Lunin y una utopía
El plan ahora es que, de los dos partidos de Liga, Lunin juegue uno y Courtois, el otro. La prueba del algodón será el orden: quien juegue ante el Betis, será titular en Wembley. Y lo previsto es que Andriy salga de inicio este domingo, en Villarreal. Su punto final a una temporada sobresaliente, por encima de cualquier expectativa: ha disputado 30 partidos y dejado 12 porterías a cero. Entre medias, actuaciones brillantes, como las de Leipzig o Mánchester. Si el Madrid está en Wembley, es en gran parte gracias a Lunin, cuya única losa es tener que competir con Courtois. Una utopía. Salvo recaída, el belga jugará la final. Es lo que quería y quiere Ancelotti. Debate no hay y dudas, apenas.