River, luego de la eliminación de Copa Argentina: Demichelis tiene tiempo, pero cada vez menos margen de error
El equipo millonario no logra encadenar partidos que le den tranquilidad; con la Libertadores como gran objetivo del año, será clave el mercado de pases que se avecina
“Nos queda un sabor muy amargo, porque no esperábamos este resultado. Fue un golpe duro, pero tenemos muchas cosas por delante. Esta institución no te deja lamentarte y exige ganar todo el tiempo, así que tenemos que prepararnos para lo que viene”, dijo Casco en rueda de prensa. “Siempre la intención es ir para adelante y ganar. Cualquier derrota es dolorosa. Le pedimos disculpas a la gente porque es un resultado que no esperábamos, pero que se queden tranquilos que hay un gran plantel, de buenísimas personas y jugadores, que lo que viene lo vamos a afrontar de la mejor manera”.
El cachetazo es durísimo. Quizás el más fuerte de todo el ciclo de Martín Demichelis. River volvió de Mendoza durante la madrugada del miércoles, tendrá una jornada de descanso y desde jueves afrontará el peso de una eliminación que caló hondo en la intimidad de un mundo millonario que suma una nueva señal de alerta y preocupación de cara a la etapa de definiciones del año.
Una vez más, el equipo flaqueó en un partido de eliminación directa (ganó seis y perdió cinco en el ciclo), volvió a quedar afuera de forma temprana en 16vos de final de la Copa Argentina como en 2023 y ya no podrá cerrar el semestre como esperaba. Pero, además, lo hizo contra un Temperley, que está noveno en la Zona B de la Primera Nacional, con el resultado a favor, mayoría de titulares y un desarrollo de partido con un claro dominio de pelota que jamás pudo transformar en desequilibrio, vértigo y profundidad.
Como si eso fuera poco, se trata de la sexta caída consecutiva en definición por penales para acrecentar la racha negativa más prolongada en la historia del club: Boca en la Copa de la Liga y la Copa Argentina 2021; Patronato en la Copa Argentina 2022; Inter de Porto Alegre en la Copa Libertadores 2023; Rosario Central en la Copa de la Liga 2023; y Temperley en la Copa Argentina 2024. Tres en el ciclo Gallardo y tres en el ciclo Demichelis con la sensación de que a este equipo todavía le cuesta entender, transitar y afrontar los momentos de los partidos eliminatorios que no tienen margen de error.
“Con convicción. ¡Escuchen! Esperen, esperen... vamos a hablar. Quiero ver lenguaje corporal ahora de convencimiento, ¿eh? No de preocupación. Olvídense de esa energía que está afuera, de la gente... Olvídense de todo. Piensen en ustedes, los que van a patear, piensen en ustedes que con todo ese trabajo y sacrificio nos empataron en la última posesión”, fueron las palabras que utilizó Demichelis en la arenga previa a la tanda de penales. Y esa exposición de sus dichos volvieron a poner en escena el karma del club con las definiciones desde los doce pasos: esa necesidad de convencimiento para dejar atrás la preocupación expone un claro déficit que incluye a la figura de Franco Armani (ganó solo una de siete en el club), pero también pone el ojo en las posturas de los ejecutantes.
La caída también impacta porque se trata de un nuevo paso hacia atrás en esta búsqueda de constancia, regularidad y confianza que el equipo no logra sellar. Aunque perdió solo dos partidos en los 90′ de los 25 que jugó en el año, River todavía no puede dar ese salto de calidad para transformar sus buenos momentos en una continuidad sostenida en el tiempo. Es más, la primera derrota del año se dio con Huracán previo al debut en la Copa Libertadores; la segunda se dio con Boca en los cuartos de final de la Copa de la Liga con todo lo que una eliminación contra tu clásico rival representa; y este golpazo ante Temperley se produce cuando el equipo empezaba a dejar atrás ese traspié -que incluyó silbidos a Demichelis en el Monumental- y venía de ganar tres partidos en fila y lograr la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores y el boleto al Mundial de Clubes 2025. Cuando parece que empieza a avanzar con un paso más firme, retrocede y vuelve a quedar en evaluación. Y así sucesivamente.
River visitará el próximo sábado a Argentinos Juniors en La Paternal desde las 15.30 y volverá el jueves 30 al Monumental a las 21 para cerrar el Grupo H de la Libertadores ante Deportivo Táchira en busca de ser el mejor de los clasificados para definir siempre como local. Un partido copero trascendental por la fortaleza absoluta del equipo en Núñez que volverá a tener el foco en la reacción de los hinchas -heridos por la eliminación- con el DT y los futbolistas. Con la Libertadores como el gran objetivo del año, y un mercado de pases que se avecina, la sensación es que a este River aún le falta forjar parte de su juego y su carácter para calzarse a fondo el traje de candidato. Demichelis tiene tiempo. Pero cada vez menos margen de error.