Por qué Gallardo sin trabajo puede ser un problema más para River
Echado del Al-Ittihad, que el Muñeco esté desempleado puede ser una presión extra para el combo DT-dirigencia. Sólo pelear la Libertadores podría apagar el pedido popular que, tarde o temprano, llegará.
No hubo ni habrá que esperar derrotas para que se repliquen pedidos de regreso del Muñeco, así como en su momento fueron para Ramón Díaz. A pesar de ganar una Liga y no tener resultados tan malos (tampoco hizo nada extraordinario), Martín Demichelis nunca encontró cómo meterse en la piel del hincha.
Dos caminos pueden salvarlo a Micho del asedio gallardista. Uno no depende de él y es que su colega dé el famoso salto a un grande de Europa (¿el Milan?), porque si está con trabajo es otra la historia. El otro sí: tapar murmullos no sólo con victorias, sino con un equipo sólido que juegue bien, que gane más allá de la competencia de cabotaje y sea capaz de pelear la Libertadores.
Es que en sus 8 años y medio como DT, Gallardo le cambió la mentalidad y las costumbres al hincha de River. Hoy lo paga Demichelis: el mismo hincha que en su época exigía la liga, ahora exige la Libertadores y lo exhibe con el grito de guerra partido tras partido. Claro que no es fácil: Gallardo lo hizo parecer fácil.
Esta situación no es nada nuevo: sin ir más lejos que a la vereda de enfrente, Boca lo vivió en cada tambaleo del técnico de turno con Carlos Bianchi. Y será hasta que Gallardo -que nunca se separó de River por más de cuatro años- decida que es tiempo de volver.