NBA | PLAYOFFS 2024 | CELTICS-PACERS / Indiana y Haliburton: una década a la espera de un jugador de PlayStation
Los Pacers vuelven a unas finales de conferencia diez años después de la última. Contra los Celtics comprobarán de qué pasta está hecho Tyrese Haliburton.
Boston Celtics defiende su condición de número uno de la Liga en la fase regular, no sólo de la Conferencia Este, a partir de hoy. Se quiere ver de nuevo en las Finales, como hace dos cursos contra los Warriors. Los dos test que ha pasado no le han supuesto un severo esfuerzo; Heat y Cavaliers cayeron en sólo cinco citas. Los playoffs se les han dado relativamente bien, ya que en el apartado negativo está la lesión de un Kristaps Porzingis al que de momento no vamos a ver en pista por la distensión que sufre en el sóleo derecho. Un lunar, sólo uno. En lo demás no hay problema. Los de Mazzulla llegan envalentonados y descansados, algo que en los Pacers no pueden comprar. La serie contra los Knicks ha sido asfixiante, a puro dolor, y la han abandonado con dos únicos días de descanso antes de afrontar la siguiente. Si bien el cuerpo técnico ha gozado una rotación amplia, ese factor puede ser determinante.
El despliegue ofensivo que ha planteado Rick Carlisle para estos jugadores les está llevando a un inusitado éxito. Aceleración, pases rápidos, contragolpes, mucho tiro largo aprovechando la movilidad y el espacio y, sobre todo, resoluciones rápidas para no dejar pensar al que las tiene que frenar. A pesar de que algunos equipos les han pillado el tranquillo, lo que es igualmente cierto es que están entre los cuatro mejores de la 2023/24.
Los Celtics habrán ejercitado el arte del repaso en vídeo con especial hincapié. Ahora que los Nuggets, vigentes campeones, se han quedado fuera las opciones de ganar el título aumentan. Para ellos la cuenta aumenta en años: dieciséis sin sentirse en todo lo alto.
Como nunca está de más ver de dónde vienes, y sirvió en el caso del Knicks-Pacers para recordar la figura de Reggie Miller, los del estado del baloncesto han comprobado este año que la carrera hacia el estrellato no es de una sola vía. En 2012, 2013, 2014 la tendencia era la férrea defensa, los Heat lo pasaron mal para acceder a las Finales esas tres etapas debido a la capacidad de los Pacers para anular el juego fantasioso que se esperaba de aquel big-three. La manera de jugar de esta franquicia en 2024 es la opuesta: tanteadores altos, más atención arriba que abajo, ofensiva total. Durante la regular season han sido los primeros en puntos (123,3) y los segundos en ritmo (101,7), para más datos.
Los Celtics se van a enfrentar a algo insondable. ¿Dónde están los límites del que será su oponente? Pocos lo saben. Este año, a raíz de la descompensación de la Copa, han jugado cinco veces y no cuatro, con tres triunfos para Boston y dos para Indiana; igualdad de la que disfrutar.
Entre los jugadores con los que los Pacers cuentan para dar la sorpresa, que sí podríamos calificarla así en caso de que se dé, uno sobresale entre el resto: Tyrese Haliburton. 24 de edad, 196 de altura, un traspaso desde los Kings por Sabonis, y, confirmando pronósticos, una estrella en ascenso para la NBA. Este curso el hombre de los cambios de voz ha disputado el All-Star por segunda vez seguida. Y no sólo eso: en una selección en la que nombres de altísimo calibre se han quedado fuera él ha accedido a la convocatoria de doce de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos, una unión histórica de jugadores que pretende hacer de menos la leyenda del Dream Team original. A ese nivel se ha colocado. Lo colectivo va de la mano de lo personal cuando eres el jugador-franquicia, algo a lo que no escapa Hali: el volumen de los Pacers en ataque le ha obligado a firmar su temporada con más tiros de dos y tres realizados, bajando un pico sus porcentajes de acierto en ambos registros, pero igualmente se ha visto su mejor cara dirigiendo el juego al alzarse como el máximo asistente de toda la Liga con una media de 10,9 por encuentro. Esa visión privilegiada la explicó con un ejemplo significativo charlando en The Ringer durante una entrevista: “Honestamente mucho de mi conocimiento para aprender a jugar me vino de los videojuegos. Así es como maquino a veces: como cuando estás en el 2K de la PlayStation, y te pones ese ángulo de cámara con el que puedes ver todo lo que ocurre delante de ti”. Los Pacers supieron amarrar ese talento al ofrecerle la renovación adherida para los novatos, un contrato por cinco años que entrará en vigor este verano por valor de 204,4 millones de dólares. Por él pasa todo.