Naufragio de 2.000M€
El PSG ha gastado más de esa cantidad desde que fue adquirido por Qatar y ha sido incapaz, en 13 años, de ganar la Champions League.
Después de 13 temporadas, el balance, aunque en Francia es incontestable, habiendo ganado más del 80 % de los títulos, entre ellos 10 ligas, no es positivo si nos ceñimos al desempeño del club en la Champions League. Únicamente tres semifinales, la última en 2024, una final, perdida en 2020 contra el Bayern, son el bagaje que acumula un equipo al que la máxima competición europea le ha infligido verdaderos dolores de cabeza durante más de una década.
El PSG ha gastado, desde 2011, 2,04 mil millones de euros, récord absoluto en Francia y en Europa, saldándose el balance, la diferencia de ingresos y gastos, en -1312 millones de euros, un déficit extraordinario si tenemos en cuenta que no ha sido capaz de ganar la Champions. En 2017, Qatar destrozó la banca, fichando a Neymar por 220 millones, además de Mbappé, por el que pagaron un año después 135, 180 tras renovar en 2022. Las dos estrellas, como tantos otros, se estrellaron en el camino, disputando el francés este martes contra el Dortmund su último partido en competición europea con la elástica ‘Rouge et Bleu’.
El PSG, a su vez, fichó a jugadores como Kolo Muani por 95 millones, a Achraf por 68, a Gonçalo Ramos por 65, a Cavani por 64, a Ibrahimovic por 40, a Di María por 63 y también lo intentó con Messi en 2021. La llegada del argentino supuso una revolución en París, que vieron en su incorporación un acercamiento total para ganar la Champions, pero la realidad es que en los dos años en los que estuvo en la capital francesa, el equipo cayó de forma consecutiva en los octavos de la máxima competición continental.
El PSG también ha intentado hacer una revolución en los banquillos. Ancelotti, Blanc, Emery, Tuchel, Pochettino, Galtier y Luis Enrique tienen en común que tampoco han podido, hasta la fecha, brindarle al club la primera Champions de su historia. Todos ellos, a excepción de ‘Lucho’, sin tantas estrellas, no pudieron gestionar la lucha de egos en el vestuario y, aunque con Tuchel alcanzó la final, en París las noticias extradeportivas sacudían a la entidad capitalina día sí y día también.
La llegada del técnico asturiano, no obstante, se ha intentado enmarcar en un proyecto a largo plazo, porque Qatar se dio cuenta de que gastar mucho dinero en estrellas no es sinónimo de éxito. El exseleccionador español ha dejado su impronta, quedándose a las puertas de la final de la Copa de Europa, la que intentarán ganar la próxima temporada, ya sin Mbappé, el último asentamiento del proyecto galáctico que inició el Estado Qatarí allá por 2011.