Militao entra en el casting
El central, 335 días después, volverá a ser titular en el Bernabéu. Es uno más para el Bayern, pero Ancelotti debe decidir entre Nacho o él. La falta de ritmo competitivo le sigue lastrando.
Porque tiene opciones. Su lesión, a nivel médico, ya es historia. Tras varios meses de entrenamientos con el grupo, de esfuerzos con los fisioterapeutas y pruebas en los campos anexos, no queda rastro de molestia alguna en esa rodilla izquierda. En aquel cruzado que cedió en San Mamés, hace ocho meses y desató su infierno particular. A Militao se le dijo que no volvería a jugar hasta la temporada que viene, pero se ha recuperado a un ritmo tan espectacular, que a estas alturas ya no existe riesgo de recaída. Y está disponible. Lo único que le separa de ser uno más, a pleno derecho, es el ritmo competitivo. Lastre evidente.
Cuestión de minutos
El propio Ancelotti lo reconoció en rueda de prensa (“va poco a poco, pero está volviendo a su mejor nivel”) y hasta él bromeó tras su titularidad ante la Real Sociedad (“¡pensaba que iba a acabar más cansado, después de tanto tiempo!”). A Militao se le nota falto de una marcha de velocidad punta, de electricidad y potencia. Pero sólo eso le separa de volver a ser el Mili de la temporada pasada, porque a nivel de autoestima está muy arriba y el toque de balón, como el montar en bicicleta, no se olvida. Al menos, no le ha sucedido a él. Así que todo se resume en rodaje. Oportunidades, minutos.
Hoy será titular, confirmando un regreso que va a más. No lo fue en Mallorca, donde estaba previsto su regreso a un once, pero sí salió en la recta final. Y a partir de ahí, in crescendo. Reforzó la muralla en Mánchester (cuando Carvajal ya no pudo más), sostuvo la victoria en el Clásico con un último cuarto de hora y, cinco días después, la gran noche: titular frente a la Real Sociedad. Poco a poco, recuperando el ritmo. Poco a poco, mejor. No tuvo minutos en Múnich, pero los tendrá frente al Cádiz.
Un pulso con Nacho
Queda por conocer quién será su acompañante. Rüdiger es quien más descanso necesita y Tchouameni está tocado (sufrió un golpe en el pie izquierdo durante el entrenamiento de este jueves y, aunque su presencia frente al Bayern no corre peligro, lo previsto es que descanse en Liga). Así que todos los caminos apuntan a Nacho. Precisamente con quien Militao se juega este miércoles un puesto en el once titular: Ancelotti debe decidir entre el capitán y él. Tiene muchas más opciones el primero, cuya actuación en Mánchester fue sobresaliente y en Múnich, notable; pero Éder es Éder. Una debilidad para Carletto. Y si le ve bien de ritmo competitivo, no lo descarten. Todo empieza con el Cádiz. Hoy, 335 días después, será titular en el Bernabéu. Fin al infierno.