Mientras Israel avanza en el norte de Gaza, llegó el primer cargamento de ayuda humanitaria a través del muelle que construyó Estados Unidos
A la par, las Fuerzas de Defensa continúan sus ofensivas en Rafah, al sur del enclave, donde la comunidad internacional sigue advirtiendo por la catástrofe humanitaria que podría desatarse
No obstante, no todas las noticias fueron malas para esta región. Tras semanas de espera, Estados Unidos confirmó la víspera que el muelle flotante que construyó en la costa ya está operativo y, en las últimas horas, ya arribó al enclave el primer cargamento de asistencia humanitaria. Se espera que en los próximos días ingresen cerca de 500 toneladas de estos productos básicos por medio de esta vía aunque ello no puede sustituir las entregas terrestres, alertaron los expertos.
En tanto, en el sur de Gaza, Israel está decidido a intensificar sus maniobras, que hasta ahora se mantienen limitadas, y eliminar a los batallones de Hamas que aún están operativos.
El Ministerio de Defensa confirmó que “están entrando más tropas” en Rafah y “la actividad (militar) se intensificará”, a pesar de los llamados de la comunidad internacional a cesar con sus acciones por la crisis humanitaria que podría generar en los cerca de dos millones de refugiados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se sumó a este llamamiento y sostuvo que lleva diez días sin recibir paquetes con productos médicos. “Conseguimos distribuir algunos suministros pero todavía faltan muchos insumos, especialmente el combustible necesario para el funcionamiento de los hospitales”, dijo un portavoz de la agencia.
Sin embargo, el gabinete liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu sigue desmintiendo las acusaciones en su contra sobre la grave situación en la zona. Este viernes se llevó a cabo la segunda jornada de audiencias en la Corte Internacional de Justicia, donde Tel Aviv enfrenta una denuncia de Sudáfrica por llevar a cabo una campaña de “genocidio” en Rafah.
“La gente está aterrorizada e intenta huir” hacia el norte y la costa, “lo cual es muy difícil porque no hay ninguna ruta segura para salir de Rafah y desde luego no hay ningún destino seguro en Gaza”, dijo el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
Los enviados israelíes respondieron a dichos señalamientos y dijeron que están “totalmente desconectados” de la realidad ya que antes de ingresar, el 6 de mayo, el Ejército ordenó a los civiles evacuar y “600.000 personas huyeron de la zona de los combates”. Así, se evitó una “catástrofe” y sigue evitándose, gracias a que los palestinos continúan con la evacuación del lugar.