Más de 80.000 personas fueron rescatadas de sus casas tras las inundaciones en el sur de Brasil
Según el último balance de víctimas se han registrado por el momento 156 muertos, uno más con respecto al viernes, y 806 heridos, mientras que el número de desaparecidos bajó a 94, cuatro menos que en la víspera
Las inundaciones, lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra han causado daños cuantiosos en el 90 % de los municipios del estado de Rio Grande do Sul, una importante región agropecuaria e industrial en el sur de Brasil con una población de 11 millones de habitantes.
Hay 2,3 millones de damnificados en Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, de los que 620.000 tuvieron que abandonar sus hogares y marcharse a albergues o las casas de sus parientes.
La administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva también ha anunciado un amplio paquete de ayudas económicas, que incluye subsidios, créditos en condiciones favorables y el perdón de la deuda de Rio Grande do Sul con el Tesoro por los próximos tres años.
Para este fin de semana se espera la llegada de un nuevo frente frío en el sur de Brasil y lluvias aisladas que pueden llegar a dificultar todavía más las labores de los equipo de rescate, que han evacuado últimamente personas con síntomas de hipotermia.
Construirán cuatro “ciudades temporales” para los desplazados
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, anunció este viernes el plan de reconstrucción de ese estado brasileño, que incluye la construcción de cuatro “ciudades temporales” para recibir a los miles de desplazados por las inundaciones que han afectado gravemente al sur del país.
Las “ciudades temporales” se levantarán en complejos deportivos y culturales de las ciudades de Porto Alegre, Canoas, São Leopoldo y Guaíba, que serán adaptados para acoger a las personas durante un tiempo mayor.
El equipo del gobernador describió que estos refugios, que serán construidos en la próximas semanas, contarán con cocinas, lavanderías, espacios de televisión y de juego para los niños.
En el caso de la ciudad de Canoas, donde ya se ha realizado un proyecto provisional, se calcula que alrededor de 1.000 personas podrían ser acogidas con un coste de 13 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares), que incluye el montaje y mantenimiento de las infraestructuras durante seis meses.
Según explicó el gobernador, la prioridad actual es mejorar las condiciones de los centros de acogida, que, improvisados en escuelas y centros deportivos, “merecen ser dignificados”.