La preocupante estadística de Marcos Rojo sobre sus minutos en Boca
El zaguero y capitán del Xeneize se desgarró por décima vez desde que se puso la camiseta del club de La Ribera y los números reflejan que disputó el 36% de los partidos desde su llegada.
TyCLos años y la experiencia en las grandes ligas lo llevaron a Marcos Rojo a colgarse la camiseta de Boca como si no hubiese vestido otra camiseta en toda su vida. La garra de transpirar la casaca e ir a pelear todas las pelotas como si fuesen las últimas, son algunas de las características que lo definen como jugador. Sin embargo, jugar siempre al límite le juega en contra: el zaguero central no pudo viajar a Paraguay en la victoria del equipo de Diego Martínez por 2 a 1 ante Sportivo Trinidense por la Copa Sudamericana debido a una lesión muscular que lo marginará de las canchas por lo menos 21 días.
Pero lo cierto es que desde que llegó al club de La Ribera las lesiones fueron un impedimento en su regularidad; de hecho, es la vez número 10 que el capitán se desgarra desde que fue presentado en febrero de 2021. Además de las inactividades por desgarros, hay que sumarle la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha que lo llevó a perderse 42 encuentros entre octubre de 2022 y agosto de 2023.
Las ausencias de Marcos Rojo llevaron a que los diferentes cuerpos técnicos que pasaron desde su estadía tengan que ingeniársela para reemplazarlo. Hasta el mismísimo Cristian Lema tuvo que debutar con apenas algunos entrenamientos en la espalda por la lesión que arrastraba el defensor de 34 años.
Pero lo realmente llamativo y preocupante para el equipo es que, tomando en cuenta todas sus ausencias, ya sea por dolencias o expulsiones, el nacido en La Plata jugó apenas el 36 por ciento de los minutos que disputó el Xeneize. Es decir, un puñado más de la tercera parte. Un número que a priori es poco para un futbolista tan importante, una de las estrellas del plantel y con una influencia anímica clave dentro del grupo por ser el capitán y uno de los máximos referentes para los que recién están dando sus primeros pasos.
Aparte de las mencionados problemas físicos, a Rojo lo echaron tres veces desde que viste la camiseta azul y oro: dos de ellas contra River y la otra en la semi contra Palmeiras.
La primera roja en el superclásico sigue siendo muy recordada, ya que
se dio al cuarto de hora del partido, que se jugaba en el Monumental.
Fue producto de dos foules, ambos castigados con amarilla, en pocos
minutos. Y el Boca de Sebastián Battaglia, en inferioridad numérica, perdió ese clásico por 2-1, con doblete de Julián Álvarez.
La otra roja contra el Millonario fue en La Bombonera, ya en el tiempo de descuento, y no alteró el resultado: ganó Boca 1-0 con un tanto de Darío Benedetto. La de la Libertadores fue fatal porque se dio a los 65 minutos de la semi con Palmeiras (ganaba
el equipo de Almirón, luego de eso se lo empataron y pasó por penales),
con lo cual se perdió nada menos que la final con Fluminense.
Por su personalidad sin discusión, por su jerarquía -hombre de Selección que jugó en dos Mundiales y que formó parte del plantel del Manchester United, nada menos-, es uno de los nombres más importantes de Boca, el líder que pasó a mandar en el vestuario tras la salida de Carlos Izquierdoz. No le teme a las presiones y se hizo cargos de penales calientes (en total marcó siete goles). Sin embargo, los hinchas lo disfrutaron poco dentro de la cancha, que es donde debería marcar la diferencia. Teniendo en cuenta todos estos números, ¿fue un buen refuerzo para el Xeneize?