Kroos deja un enorme agujero
Su salida es un dolor de cabeza para Ancelotti, que debe reajustar el plan para la próxima temporada. Hay tres opciones, y tres sistemas, sin el alemán.
Casemeiro, Kroos y Modric, la Santísima Trinidad, jugando como titulares en el centro del campo, ganaron cuatro Copas de Europa. Las tres de Zidane como técnico y la primera de Ancelotti, en 2022, tras su vuelta. Después de esa Champions conquistada en París, Casemiro abandona la entidad rumbo al Manchester United. El motor de esas cuatro Copas de Europa siempre fue el mismo, ellos tres, si bien en las tres de Zidane estaba vigente la BBC y en la de 2022 la delantera es otra, pues no están ni Bale ni Cristiano, pero sí Vinicius y Benzema y Valverde haciendo de bisagra.
El siguiente paso (hablando siempre de la sala de máquinas) fue tras la salida de Casemiro. Desde entonces, Ancelotti ha ido huyendo de alinear simultáneamente a Kroos y Modric (sólo 7 veces de 53 partidos disputados en lo que va de temporada) para introducir más músculo y energía. De este modo, sin la Santísima Trinidad Carletto tendió al 4-4-2 con un doble pivote compuesto por Kroos y Tchouameni (o Camavinga), con Valverde echado a la derecha y Bellingham a la izquierda (al menos, para defender) y Vinicius y Rodrygo en punta. Así ha ganado el Madrid la Liga y tiene muy cerca levantar también la Copa de Europa en una temporada memorable.
La salida de Kroos obligará al italiano a dar un paso más. A volver a inventar. Más aún si el Real Madrid no se decide a fichar. En ese supuesto, que el club no acuda al mercado hay al menos tres opciones un tanto evidentes. La primera es que Ancelotti vuelva al 4-3-3 con Bellingham más retrasado, de interior, y la otra es que siga con el 4-4-2 manteniendo la posición de Bellingham, y haciendo que sea Camavinga o Ceballos el que acompañe a Tchouameni en el doble pivote. Una tercera es en rombo con Güler en la mediapunta. En estas tres variables hay que contar con que ya estará en el equipo Mbappé.
Un 4-3-3 con Bellingham de interior…
Con este sistema Bellingham volvería a la posición en la que se dio a conocer en el Borussia Dortmund y en la que actualmente ocupa con Inglaterra. De interior por la izquierda. De este modo estaría más alejado del gol, sobre todo teniendo en cuanta lo que habrá en la parte de arriba (un súper tridente), pero también entrará mucho más en juego y participará en la construcción. En el tridente de arriba Vinicius, con más capacidad de sacrificio que Mbappé, ocuparía la banda izquierda y Rodrygo la derecha. Los dos deben estar comprometidos para que el Madrid no termine partiéndose.
Con rombo y dos puntas.
Si Ancelotti elige este sistema 4-3-3 puede tener una opción, una pequeña variante, que daría al equipo mucha calidad y también equilibrio en la que Güler sería protagonista. Rodrygo se caería del equipo y Ancelotti recuperaría en rombo, poniendo al turco detrás de los puntas, y dejando a Bellingham de interior. Es más o menos como ha jugado el Real Madrid esta campaña, pero ya se ha visto que Bellingham ha tenido que hacer muchos esfuerzos en defensa y es una incógnita si Güler está preparado para hacerlos. De este modo, y no como en el caso del 4-3-3, Vinicius estaría, como Mbappé, un poco más liberado en defensa.
Un 4-4-2, Kroos por Ceballos o Camavinga.
Si no hay ninguna contratación y Ancelotti quiere seguir poniendo a Bellingham en la posición que ahora ocupa en el campo, más cerca del gol, está obligado a buscar en la actual plantilla un sustituto para Kroos. El que tiene unas cualidades más parecidas, más allá de Modric, que en principio por edad seguirá teniendo un papel de revulsivo, es Ceballos. Es el momento del utrerano. Poner ahí a Camavinga con Tchouameni es poner un mediocampo con mucho músculo, pero quizá no con tanto juego como habría con el español. La opción de Güler en la media es más quimérica. Alejar tanto al turco del gol con la efectividad que está teniendo no es, ahora mismo, una opción.