Fórmula 1: reparaciones millonarias en Red Bull Racing y sorpresa por la falta de investigación
El equipo de Milton Keynes estimó el costo de los arreglos del auto de Sergio Checo Pérez, tras el accidente en Mónaco; el enojo del piloto mexicano y de miembros de la escudería ante la pasividad de los comisarios deportivos
El saldo para el mexicano fue pavoroso: accidente, bandera roja, abandono, un auto destrozado del que solo quedó intacta la célula de seguridad y reparaciones que ascenderían a los tres millones de dólares. El enojo descubrió múltiples aristas en la escuadra que lidera Christian Horner: frustración deportiva, el alto costo de los arreglos y la nula determinación para investigar y revisar la acción de parte de los comisarios deportivos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
“Me pareció innecesario el accidente, no había para dónde ir. Dos autos a la par en Mónaco es siempre muy complicado, especialmente en la primera curva. Había que tomarse las cosas con calma. Si miran mi on board ni siquiera lo ves, Kevin no aparece en pantalla. Esas maniobras en el que cuando eres el auto de atrás solo tienes dos opciones: el contacto o soltar, porque el auto de adelante es el que manda. Es increíble que no se haya investigado”, apuntó Checo Pérez, tras quedar eliminado en las estrechas calles de Mónaco.
El resultado de la carrera, con la victoria de Charles Leclerc (Ferrari), el tercer puesto de Carlos Sainz Jr. (Ferrari) y la cuarta ubicación que logró Lando Norris (McLaren) hundió en el quinto puesto del campeonato al tapatío, que entre tantas malas podría descubrir una buena: en el paddock del Principado se dio por hecho que en 2025 continuará como piloto de Red Bull Racing.
El parecer del mexicano contrastó con la mirada de Magnussen, quien culpó a Checo Pérez por el accidente. En el intento de sobrepaso, el danés también arrastró a su compañero de equipo, Nico Hülkenberg, por lo que para Haas el fin de semana resultó calamitoso: los autos fueron desclasificados en la qualy y los dos quedaron enredados en el incidente de la primera curva.
“Tenía el eje delantero alineado con las ruedas traseras de Checo, de camino a la Curva del Casino, y él no me dejó espacio por el exterior. Esperaba que me dejara un ancho de auto, porque no aparecí de la nada: mi auto ya estaba ahí en la salida de la Curva 1. Me sorprende que haya terminado contra el guardrail, porque él tenía un hueco a su izquierda. No sé, contaría con que yo desapareciera”, se quejó el escandinavo, que está al borde de la suspensión: comenzó el año sin puntos de castigo en la licencia y ahora acumula diez en ocho fechas del calendario. Con dos puntos más penalizará con un gran premio.
La bandera roja detuvo la carrera, aunque los comisarios de la FIA sorprendentemente no activaron ninguna investigación, como si naturalizaran la maniobra. “Hubo muchos daños, fue muy peligroso. Estoy decepcionado, porque el accidente fue importante y mi auto está completamente destruido”, se lamentó Checo Pérez. La desolación del mexicano estuvo acompañada por la crítica de Helmut Marko, asesor de RBR, siempre mordaz al momento de exponer escenarios: “Es otro accidente en el que estuvo involucrado Magnussen. Gracias a Dios terminó sin lesionados, pero la situación fue crítica. Me sorprendió lo rápido que dejaron atrás el incidente”, declaró a Sky Sports de Alemania.
A la preocupación por la salud del piloto mexicano, que no necesitó de la asistencia médica ni de los auxiliares de pista para abandonar el RB20, Marko agregó el perjuicio económico que demandará las reparaciones. “Un piso de dos millones de dólares, aunque seguramente la cifra ascenderá a US$ 3.000.000. Con las normas de límite presupuestario esto es una gran desventaja para nosotros”, apuró el austríaco, que también expuso que deberían analizarse modificaciones en el dibujo del circuito de Mónaco: “Hay un gran ambiente, pero después la carrera es aburrida. Todo se concentra en las estrategias. Quizás idear algo para adaptar la pista y que haya oportunidades de adelantamiento”, concluyó.
Un auto sin ritmo, incómodo para manejar entre las ondulaciones y los bordillos del asfalto monegasco, la suspensión del modelo RB20 sería el déficit que quita protagonismo en los últimos grandes premios a los autos de Milton Keynes. “Hay que encontrar la solución a por qué tenemos estos problemas es el desafío y quizás la respuesta la tengan los autos de RB [ex Alpha Tauri], que utiliza la suspensión de nuestro auto de 2023 y no sufren con estas situaciones. Si no entendemos cuál es el problema, no se podrá encontrar una solución”, relató Horner, que observa cómo Ferrari y McLaren avanzaron en las últimas tres carreras y ahora pulsean por las victorias y la pole.