F1 (MÓNACO) | LIBRES 2 / Alonso vuelve a sonreír, pero Leclerc asusta en Mónaco

El monegasco lidera los entrenamientos con mano dura delante de Hamilton (0.188) y Fernando (0.475). Verstappen fue cuarto (0.535) y Sainz, sexto (0.684).

Jesús Balseiro
As
Si los pilotos solo pudieran correr en un circuito al año, un buen puñado de ellos elegirían Mónaco. Bailan entre los muros como si no existieran, rozan el guardarraíl, despeinan al transeúnte al otro lado de la acera, asustan a 250 kilómetros por hora en calles que, de lunes a domingo, están copadas por superdeportivos que conviven con el atasco. Pero este decorado que no es de cartón piedra, esto no es Las Vegas, y se esconde un accidente en cada curva. Los límites no son abstractos, están en el acero y el hormigón. El riesgo es máximo. Mónaco es el último reducto de la vieja Fórmula 1. La carrera del domingo amenaza con una procesión si no llueve, pero la clasificación de este sábado será el primer plato más importante de la temporada.

La televisión no hace justicia: a pie de pista se siente la realidad de Montecarlo, los riesgos. Se perciben las pegatinas de publicidad raspadas por los neumáticos, en su intento por arañar milímetros de pista. Huele a chispazos y discos de freno quemados. Si a alguien no le gusta, mejor que cambie de canal. Tantos aficionados al automovilismo no pueden estar equivocados.

Lo anterior es colectivo, para los 20 participantes. Deportivamente, hay uno que sobresale. Leclerc estuvo excelso este viernes. No fue el más rápido en los Libres 1 porque no montó el Pirelli blando, pero sí lo hizo en los Libres 2 y estuvo prácticamente solo. Su Ferrari vuela. Está cerca de la tercera pole para aspirar a un triunfo histórico en casa aunque nunca ha subido al podio, por diversas circunstancias y errores propios o ajenos. Solo Hamilton se acercó (2º, 0.188) aunque la vuelta del inglés llegó más tarde, avanzada la sesión en un asfalto que evoluciona. El Mercedes, aun así, convence: Lewis lideró la primera sesión y McLaren anduvo cerca.

Aun así, el algodón no engaña. En cualquier trazado el coche pone un 95% y el piloto aporta el 5% adicional. Aquí el reparto es 80-20. Y en ese 20% que corresponde al verdadero protagonista, los dos veteranos campeones flotan. Alonso tenía un buen presentimiento justificado, fue tercero en los entrenamientos (0.475) por delante de Verstappen y con un Aston Martin muy entonado. Stroll anduvo cerca (7º, 0.784). Apuntan a cuarto o quinto coche y eso es un éxito después de los problemas de balance en Ímola. Montaron el alerón delantero viejo e incorporaron un alerón trasero específico, de alta carga. No estaban para experimentos en el garaje de los británicos y parece que funciona. Fernando sonríe. Vuelve al top-3.

Faltó Sainz (6º, 0.684), con problemas de sobrecalentamiento desigual en los frenos. No encuentra grandes premios limpios, sin incidencias en su lado del garaje, desde hace varias semanas. Porque Mónaco es uno de sus circuitos fetiche (sumó 63 puntos en sus visitas, en ningún otro gran premio ha acumulado tantos), llegaba con ambiciones de victoria y la primera jornada en la pista de Montecarlo no es convincente. Además la clasificación tiene apreturas: hay siete décimas entre el primero y el séptimo, y otras tantas entre el sexto y el 17º. De la tercera fila a la eliminación en Q1, todo le puede pasar a cualquiera. Incluso a Red Bull, con un Max incomodísimo (salvó varios sustos y roces), con Pérez lejos (8º, 0.821). Más el tráfico de las vueltas de calentamiento, los reproches por radio y la tensión máxima. Se acerca el sábado más emocionante del año en la Fórmula 1. Lo del domingo es el postre.


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