El Centro de Derechos Humanos de Irán rechazó la condena del régimen en contra del cineasta disidente Mohammad Rasoulof
La ONG llamó a la comunidad internacional, incluyendo participantes y asociados del Festival de Cine de Cannes y otros activistas, a condenar estos actos y exigir la liberación del realizador
En una movida que profundiza las preocupaciones sobre la libertad de expresión en Irán, Rasoulof fue condenado a ocho años de prisión, sometido a azotes y enfrenta la confiscación de sus bienes.
El director ejecutivo del CHRI, Hadi Ghaemi, destacó la creciente represión contra figuras prominentes de la cultura y el arte en Irán, como un esfuerzo deliberado por silenciar cualquier forma de disidencia.
El hecho no solo puso en evidencia las restricciones a la libertad artística en el país, sino también la audaz resistencia de los artistas frente a la represión gubernamental. La sentencia ha sido ampliamente condenada por comunidades y organizaciones de derechos humanos a nivel internacional, entre ellas el Centro de Derechos Humanos en Irán (CHRI).
La sintomática condena de Rasoulof va en línea con patrones anteriores, incluyendo la reciente sentencia de muerte al rapero disidente Toomaj Salehi y las detenciones de otros artistas y actores críticos del régimen.
La Asociación de Cineastas Independientes de Irán se pronunció también contra de este veredicto, criticando fuertemente al sistema judicial del país por su uso de la ley como instrumento de “terquedad y venganza”.
Esta ola represiva no es solo un asunto de Rasoulof o Salehi; numerosos artistas, incluyendo al músico Shervin Hajipour y las actrices Taraneh Alidoosti y Katayoun Riahi, han sido detenidos por su participación en actos de disidencia pacífica.
El CHRI llamó a la comunidad internacional, incluyendo participantes y asociados del Festival de Cine de Cannes y organizaciones de derechos humanos, a condenar estos actos y exigir la liberación de Rasoulof, así como la anulación de las sentencias contra él y otros artistas.
En un esfuerzo por silenciar las voces críticas, incluso se exigió a algunos actores de “La semilla del higo sagrado” que persuadieran a Rasoulof de no mostrar su película en Cannes, según informó su abogado Babak Paknia.
Esta condena no es un incidente aislado en la trayectoria de Rasoulof. Desde la creación de su documental crítico sobre las elecciones de 2009 en Irán, ha sido sujeto a diversas formas de persecución, incluidas detenciones y restricciones de viaje.
La campaña contra él y otros artistas disidentes viola abiertamente el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), el cual garantiza la libertad de expresión, y del cual Irán es signatario.
La condena a Rasoulof y la detención de otros artistas resaltan un período de intensificación de las medidas represivas contra la libertad artística en Irán, especialmente tras el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad” de 2022, que ha visto el apoyo vocal de numerosas figuras del arte y la cultura del país.
La persistencia y severidad de estas medidas señalan un alarmante retroceso en los derechos humanos y la libertad de expresión en Irán, llamando a una respuesta urgente de la comunidad internacional.