Dengue: un estudio reveló en qué casos la segunda infección puede ser más grave y planteó una dinámica desconocida de la enfermedad
Se trata de una investigación internacional que puso el foco en los serotipos del virus y en sus diferentes manifestaciones clínicas. Los detalles y el análisis de los especialistas. Cuál es la situación de la patología en la región
En Argentina, en términos acumulados se han notificado hasta ahora en la temporada, desde la semana 31 de 2023 -fines de julio y comienzos de agosto- hasta la semana 18 de 2024 -fines de abril y principios de mayo- 464.249 casos de dengue (92% autóctonos, 6% en investigación y 2% importados), de los cuales 447.108 (96%) corresponden al año 2024.
Los resultados de una investigación arrojaron luz sobre cómo los serotipos del virus del dengue inciden en el riesgo futuro de infecciones graves. El estudio publicado en la revista Science Translational Medicine ha sumergido su mirada en más de 15,000 casos para desentrañar el porqué de esta dinámica. El equipo de científicos ha esclarecido cómo los cuatro serotipos del virus del dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4) impactan en el riesgo de contraer infecciones graves de manera recurrente.
“Sin embargo, se ha demostrado que los individuos con títulos de anticuerpos subneutralizantes tienen el mayor riesgo de enfermedad grave, a través de múltiples mecanismos hipotéticos, incluido el aumento dependiente de los anticuerpos”, enfatizó Wang, quien se desempeña en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Aunque muchos pacientes superan una primera infección con síntomas leves o nulos, aquellos que se infectan nuevamente pueden experimentar síntomas más graves. En esa línea, de acuerdo a Wang y su equipo, la mayoría de las investigaciones anteriores sobre segundas infecciones han ignorado las diferencias genéticas entre cada tipo del virus. Por eso, realizaron un análisis detallado de cada uno para comprender los riesgos potenciales.
Los investigadores, que integran los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Universidad de París Cité, entre otras instituciones, analizaron los datos de más de 15,000 pacientes para discernir cómo cada serotipo viral afecta el riesgo de enfermedad grave. Para eso, estudiaron datos genéticos y los diagnósticos de pacientes hospitalizados por dengue durante 21 años, recopilados en un hospital infantil de Bangkok desde 1994 hasta 2014.
“Desarrollamos un marco que combina la caracterización antigénica (NdeR: análisis de las propiedades antigénicas del virus para conocer cuán relacionado está con otro virus, según los CDC) y genética detallada de los virus con detalles sobre casos hospitalizados de 21 años de vigilancia del dengue en Bangkok, Tailandia, para identificar el papel del perfil antigénico de los virus circulantes en la determinación del riesgo de enfermedad”, informaron en la publicación.
De este modo, los especialistas identificaron qué combinaciones de serotipos -en la primera y segunda infección- predisponían a formas leves o graves de la enfermedad. Por ejemplo, aquellos que se infectaron con serotipos “muy similares o muy diferentes” tenían un menor riesgo de enfermedad grave en la segunda infección, mientras que aquellos infectados con serotipos “moderadamente diferentes” tenían un mayor riesgo de síntomas graves, según postularon.
“Estos hallazgos sugieren que la impronta inmune ayuda a determinar el riesgo de enfermedad del dengue y proporciona una vía para monitorear el perfil de riesgo cambiante de las poblaciones y cuantificar los perfiles de riesgo de las vacunas candidatas”, concluyó Wang. “Esto será cada vez más importante a medida que se empiecen a utilizar las vacunas contra el dengue“.
Las diferencias en los síntomas de los serotipos del dengue
Más allá del desarrollo o no de casos graves, los serotipos del virus también parecen tener diferencias en sus manifestaciones clínicas. En una nota reciente a Infobae, Elena Obieta, infectóloga jefa del servicio de enfermedades transmisibles y emergentes de la Municipalidad de San Isidro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), dijo: “Estamos viendo mayor gravedad en los casos del serotipo 2, que es el que está circulando con mayor frecuencia en Argentina. Hay síntomas digestivos más frecuentes en un serotipo con respecto a otro, pero un paciente no puede ni debe interpretarlo
Obieta hizo referencia a un análisis realizado por colegas sobre las manifestaciones clínicas de la enfermedad según cada serotipo y citó que el DEN 2 muestra “signos de alarma y dengue grave; el DEN 3 síntomas musculoesqueléticos y gastrointestinales; y el DEN 4 cutáneos y respiratorios”. Uno de los estudios citados para esta conclusión fue realizado en 2018 tras un brote de dengue en Malasia.
“El dengue grave estuvo significativamente presente en el grupo infectado con DEN 2 mientras que el dengue no grave fue prominente entre los pacientes infectados con DEN 1 genotipo I. Los pacientes infectados por DEN 3 comúnmente manifiestan síntomas musculoesqueléticos”, detallaron los autores en aquel estudio publicado en Plos al analizar 120 muestras “retrospectivas de suero de dengue”.
“Posteriormente, los datos de serotipo y genotipo del dengue se analizaron estadísticamente para 101 de 120 manifestaciones clínicas de los pacientes correspondientes para generar una relación descriptiva entre los componentes genéticos y los resultados clínicos de los pacientes infectados”, apuntaron los expertos, que pertenecían en aquel momento a la Universidad Putra Malasia; Instituto de Investigación Médica; Universidad Tunku Abdul Rahman; y al Hospital Serdang.
Otro de los trabajos referenciados por Obieta fue publicado en 2012, también en Plos. “Cuando se compararon los cuatro serotipos de DEN entre sí, los individuos infectados con DEN-3 tuvieron una mayor prevalencia de manifestaciones musculoesqueléticas y gastrointestinales, y los individuos infectados con DEN-4 tuvieron una mayor prevalencia de manifestaciones respiratorias y cutáneas”, plantearon los autores.
Estos integraban en aquel entonces la Unidad de Investigación Médica Naval-6 de Estados Unidos; la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins; Universidad Peruana Cayetano Heredia; Centro Nacional de Enfermedades Tropicales de Bolivia; Ministerio de Salud de Perú; Ministerio de Salud de Ecuador; Hospital Naval de Ecuador; y ONG Rayos de Sol.
¿Cómo llegaron a sus conclusiones? Así lo explicaron: “Entre los años 2005 y 2010, se inscribieron en un estudio de vigilancia pasiva ambulatoria personas con enfermedad febril de Perú, Bolivia, Ecuador y Paraguay. Se recopiló información detallada sobre signos y síntomas clínicos, así como información demográfica. La infección por DENV se confirmó en el suero de los pacientes con anticuerpos policlonales en un ensayo de inmunofluorescencia basado en cultivo, y el serotipo infectante se determinó mediante anticuerpos monoclonales específicos del serotipo. Se compararon las diferencias en la prevalencia de manifestaciones individuales y de sistemas orgánicos entre los serotipos de DENV”.
Por su parte, el infectólogo Ricardo Teijeiro, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, le dijo a Infobae en el mismo artículo: “La diferencia entre los serotipos son las características inmunológicas del virus. Cambian los antígenos y ciertas características, pero en lo que es la parte clínica, es imposible diferenciar un serotipo de otro. En Argentina tenemos experiencia con el 1 y el 2, que son los que más circulan. Este año tuvimos muy pocos casos del serotipo 3 en Brasil, que tiene los cuatro serotipos circulantes”.
Según Teijeiro, “hay estadísticas que demuestran que el serotipo 2 es un poco más agresivo que otros, sobre todo cuando es el segundo episodio, pero es muy difícil poder diferenciarlo, salvo por estudios como el PCR”.