La
Internacional Socialista, desde su fundación, ha sido una fuerza
crucial en la promoción de derechos y la expansión de la democracia. Sin
embargo, en la actualidad, enfrenta desafíos significativos que ponen
en duda su relevancia y eficacia como organización política
internacional
Infobae
Desde
1951, la Internacional Socialista inscribió páginas importantes en las
luchas por las reivindicaciones obreras y la instauración de la
democracia. En nuestro continente fue clave en mover el péndulo de la
historia hacia la instauración de la libertad. Durante la larga noche
dictatorial, que se entronizó desde mediados de la década de los años
setenta hasta finales de la década de los noventa, la Internacional
Socialista apoyó las organizaciones de defensa de los derechos humanos
como la Vicaría de la Solidaridad en Chile. Abogó por los presos
políticos, promovió condenas a los dictadores dentro del parlamento
europeo y sirvió de incubadora de liderazgos bajo la amable y experta
guía de Willy Brandt.
El
líder alemán atribuía especial importante a la formación de liderazgos.
De allí su patrocinio de Felipe Gonzalez, Raul Alfonsín, Carlos Andrés
Pérez, Guillermo Ungo y José Francisco Peña-Gómez. Siempre se rodeaba de
jóvenes ávidos de ejercer la política para seguir sus pasos
asistiéndoles en la refinación de sus estrategias. Nacido Herbert Ernst
Karl Frahm, adoptó la seudónimo de Willy Brandt para poder luchar desde
Noruega contra el fascismo en su país de origen Alemania. Expuso su vida
en muchos lances. Creó la Osto Politik para lidiar mejor con la
realidad de una Alemania dividida entre la Unión Soviética y las
potencias Occidentales. Y sobre todo, al igual que Pepe Mujica, vivió
con el mismo standard de vida de cualquier alemán clase media toda su
vida. Y si bien no vivió lo suficiente para ver a su patria unida en una
sola nación, su obra acompaña todavía muchos de los liderazgos de
Europa Oriental.
Hoy
la Internacional Socialista no solo es incapaz de echar a andar
programas de redención democrática y de apoyo a la libertad sino que se
distingue por la irrelevancia. De la ultimas 50 resoluciones
aprobadas en su mas reciente congreso y las reuniones anuales del
liderazgo no hay una sola que articule el dilema básico de toda
organización política que se resume en saber con quién se está y contra
quien se está. En consecuencia, la organización coquetea con déspotas,
olvida demócratas y carece de punch político en todas sus iniciativas,
En la
torre de control de la organización se enseñorea un líder suigéneris.
Se trata de presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien se
ha distinguido por saber mejorar su standing económico, agudizar la
querellas entre los españoles, manejar de manera desastrosa la hacienda
pública aumentando el déficit y mermando los beneficios de trabajadores
que llevan décadas contribuyendo al servicio social. Sobre su libro ‘La
Nueva diplomacia Económica Española’, seis personas denunciaron plagio.
El mas reciente episodio tuvo que ver con lo que en toda nación
democrática se denomina separación de poderes. Amenazó con renunciar
porque a su esposa se la habría abierto una investigación por prácticas
corruptas. En lugar de indicar que su despacho colaboraría con la
investigación o renunciar, don Pedro Sanchez se retiró a meditar para
luego comunicarle al soberano español que había decidido permanecer en
su cargo.
En síntesis, la Internacional Socialista es una institución que marcha hacia el ocaso con un timonel bastante apropiado.