Caso Encuentro en Ecuador: Rafael Correa quería que arrestaran a ex ministros y al ex presidente Lenín Moreno
Así se lee en las extracciones de audio obtenidas de las grabaciones de las cámaras de seguridad de uno de los procesados
La noche del lunes 13 de mayo de 2024, la Fiscalía General del Estado hizo público diez archivos nuevos de conversaciones extraídas de las cámaras de seguridad de la casa de Gabriel Naim Massuh, un empresario que ha sido acusado por la Fiscalía en el caso y que se sospecha está en los Estados Unidos. Las páginas, que son de acceso libre, contienen transcripciones de conversaciones relacionadas con el Caso Encuentro. El Ministerio Público ya había difundido otros nueve archivos.
El proceso judicial continúa, y la audiencia preparatoria de juicio está programada para el 15 y 16 de mayo de 2024.
Las conversaciones de la casa de Massuh
Las pericias de la Fiscalía surgieron de encuentros mantenidos en la residencia en Guayaquil de Nahim Massuh. Allí se nombra al asesinado Rubén Chérres, amigo del cuñado del ex presidente Guillermo Lasso, Danilo Carrera, también vinculado al caso Encuentro. Además, se menciona a los narcos alias Fito y Leandro Norero. En las transcripciones se menciona a funcionarios públicos como Carola Ríos, que dirigía las aduanas durante el gobierno de Lasso. También se habla de un asesor del ex presidente Lasso, Aparicio Caicedo.
En las conversaciones y en las grabaciones aparecen los periodistas y esposos Andersson Boscán y Mónica Velásquez, parte del equipo de La Posta que reveló el caso Gran Padrino, que derivó en la investigación del caso Encuentro. Ambos han sido cuestionados pues en las transcripciones se habla de complots políticos, participación en empresas e incluso influencia en la línea editorial de la plataforma digital.
Ambos comunicadores han asegurado que Massuh solo era una fuente, sin embargo, en una declaración que Massuh rindió ante la Fiscalía y a la que Infobae tuvo acceso, el procesado indicó que Boscán y Velásquez le pidieron un casillero para recibir sus estados de cuenta de Wells Fargo, un banco estadounidense; y que mantiene convesaciones con Boscán “por temas culinarios y por temas de religión. Practico la religión yoruba... la practicamos personas sobre todo con serios problemas de salud y por eso mantengo conversaciones de índole espiritual con varias personas entre esas el señor Boscán”.
En declaraciones para Código Vidrio, de enero de 2024, Boscán indicó que “(a Massuh) me lo presentó Fernando Villavicencio como alguien en quien podíamos confiar. Recurrimos al casillero postal de la urbanización de Massuh porque no conocemos a muchas personas en Miami para solicitarles lo propio. La cuenta, por cierto, tiene 500 dólares americanos desde su activación. Y la solicité para activar planes celulares que al final nunca pude comprar. Porque me pedían residir en algún estado americano”.
Ante una fiscal Massuh indicó que conoció a Boscán y a Villavicencio porque era admirador de su trabajo y que, en ocasiones distintas, a ambos les consiguió boletos de avión cuyo valor fue devuelto en efectivo.
Incluso en las conversaciones reveladas por la Fiscalía, uno de los hombres captados en la casa de Massuh, identificado como VM1, aseguró: “Yo tengo un encuentro con Andersson... Mi pana del correísmo es Andersson. Ayer me llama, me dice: me acaba de llamar el duro de Rafael Correa para decirme si Marcela Aguiñaga (actual prefecta del Guayas por el partido correísta) ha llamado a pedir autorización para recibir a Nain Massuh (...) a nombre de Andersson Boscán”.
También se menciona al asesinado candidato presidencial, Fernando Villavincencio, al ex secretario de seguridad de Lasso, Diego Ordóñez, a la ex alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, al hijo del ex presidente Abdalá Bucaram y ex diputado, Dalo Bucaram, entre otros. Las conversaciones son del segundo semestre de 2022.
Los documentos ahora públicos incluyen fotografías que identifican a varios involucrados en el caso, el cual investiga un presunto entramado delictivo conformado por servidores públicos y privados. Esta estructura, según la Fiscalía, buscaba obtener ganancias ilícitas de entidades estatales como la Corporación Nacional de Electrificación, BanEcuador y el Servicio Nacional de Aduanas, manipulando contratos y colocando personal de manera irregular.