Boca goleó a Nacional Potosí, pero no cumplió el objetivo y espera rival en una serie que afrontará con bajas importantes
No recibió la ayuda que esperaba desde Brasil y desembocó en la etapa de dieciseisavos de final, que jugará a fines de julio sin varios futbolistas habitualmente titulares
Dieciocho minutos demoró Boca en La Bombonera en trasladar la responsabilidad al equipo del norte brasileño, que llegaba puntero a la última fecha de la etapa inicial y al que le bastaba un punto como local ante un adversario ya eliminado de la carrera por el trofeo para poner un pie y medio en los octavos de final. El cuadro azul y oro, en cambio, dependía de una combinación de resultados para cumplir el último objetivo del semestre: debía vencer a Nacional por cualquier margen y que Fortaleza cayera ante Trinidense o, en caso de que hubiera un empate en Brasil, superar a Potosí por una diferencia de siete o más tantos.
Y Boca estuvo cerca de lograr la gesta. Al menos, hasta el primer cuarto de hora del segundo tiempo, cuando Martínez entendió que la proeza no era posible y dio descanso a jugadores importantes, como Edinson Cavani, Equi Fernández y Marcos Rojo, que llegaban con lo justo.
Aquel penal desperdiciado por Darío Benedetto en la altura de Potosí en el estreno en el certamen, y el insólito gol de contragolpe de Fortaleza volvieron a estar presentes entre los aproximadamente 50.000 hinchas que poblaron La Bombonera. Un gol en Bolivia o un triunfo en casa sobre el club brasileño habría reportado el pasaje directo a los octavos de final, pero el conjunto xeneize dejó demasiados puntos en el camino y concluyó la rueda de grupos con la calculadora en la mano y el corazón en la boca.
Con casi todos sus titulares en la cancha (faltaron apenas Luis Advíncula y Miguel Merentiel), fue demasiado para un limitadísimo equipo boliviano que no plantó oposición a lo largo de los 90 minutos. Boca salió dispuesto a golear y el rival hizo todo lo posible como para sufrir un resultado histórico. En menos de 20 minutos el local ya ganaba por 3 a 0, con goles de Kevin Zenón, Cavani y Marcelo Saracchi –su primero en el club– y en La Bombonera se comenzaba a respirar el aroma a hazaña. Fortaleza igualaba sin tantos con Trinidense y el conjunto xeneize se entusiasmaba con forzar una definición final vibrante.
Pero todo comenzó a diluirse a los 24 minutos, cuando Tomás Pochettino –justo un ex futbolista de River, y ex futbolista de Boca...– puso arriba al equipo brasileño frente a Trinidense y encaminó el triunfo en Ceará. Boca, de todos modos, siguió buscando esos cuatro goles que lo acercaran al milagro. Lo hizo con Cavani, con Lucas Janson, con Zenón, pero no se le dio. Y el segundo tanto de Fortaleza acabó definitivamente con las ilusiones. El gol de Rojo al inicio del segundo período casi no fue festejado.
Compacto de Boca 4 vs. Nacional Potosí 0
En el final, Martínez apuntó a cuidar jugadores pensando en el compromiso de este domingo en Vicente López, donde Boca visitará a Platense por la Liga Profesional. La Sudamericana para Boca continuará a fines de julio, después de la disputa de la Copa América y en las vísperas de los Juegos Olímpicos, por lo cual el director técnico no contará con Equi Fernández, Zenón ni Cristian Medina, preconvocados por Javier Mascherano para el torneo que se desarrollará en París, y tampoco con “Pol” Fernández, que sumó la tercera tarjeta amarilla y purgará una fecha de suspensión. Se salvaron Saracchi, Merentiel (gripe) y Advíncula (en el banco de suplentes), que acumulaban dos tarjetas. ¿Posibles rivales? Rosario Central, Palestino, Liga Deportiva Universitaria y Libertad, de Paraguay, aunque aún restan varias zonas por definirse.
Pasar de finalista de la Libertadores a segundo en la rueda de grupos de la Sudamericana no deja de ser un paso atrás para un Boca plagado de figuras que no se permite otro año sin festejos. Pero la seguidilla de lesiones y algunos errores no forzados lo llevaron a tener que conformarse con esta clasificación a medias para los playoffs. El club buscará soluciones en el mercado de pases y tendrá la obligación de avanzar de rueda. La hinchada, este miércoles, despidió al equipo con aplausos, pero exigió “ganar la Copa”. Boca tuvo dos veces a mano la clasificación y se quedó sin boleto, sin margen, y otra vez sin excusas.