Xavi todavía está a tiempo de echarse atrás

Según Mundo Deportivo, la próxima semana habrá una reunión definitiva en el que el club le pedirá que le confirme su marcha o su predisposición a seguir. Su adiós, más cerca.

Juan Jiménez

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Según informa este jueves Mundo Deportivo, Xavi todavía está en condiciones de echarse atrás y ser el entrenador del Barcelona 2024-25, aunque esa opción a estas horas se antoja muy complicada. Casi tres meses después de que anunciase su marcha en el partido contra el Villarreal, Joan Laporta quiere cerrar la carpeta del entrenador de Terrassa una vez pasado el Clásico y se reunirá con él para saber si podría reconsiderar su postura, y seguir en el banquillo o, por el contrario, la decisión es definitiva. Si es así, se activará la contratación del nuevo entrenador, que podría anunciarse el mismo mes de mayo.

Rafa Márquez, entrenador del Barça Atlètic, es el favorito. Seguiría así el camino de técnicos como Guardiola o Luis Enrique, que antes de entrenar al primer equipo pasaron por el filial, pero no hay nada definitivo porque durante meses se aseguró que Laporta buscaba a alguien experto en el banquillo. Eso sí, los grandes nombres parecen descartados. Arteta seguirá en el Arsenal; Luis Enrique, en el PSG. Y Klopp anunció un año sabático. Lo de Guardiola es un sueño imposible; y Flick, al que el agente Pini Zahavi trata de meter con calzador, no termina de convencer.

Más allá de la negativa rotunda del entrenador en las ruedas de prensa, el entorno de Xavi ha ido deslizando en las últimas semanas que el técnico de Terrassa sólo estaría dispuesto a continuar si se le diesen garantías de reforzar la plantilla para competir en el primer nivel europeo. En la delicada situación financiera del Barça, ese requisito es imposible de prometer, por lo que la marcha atrás del entrenador sólo pasaría por su ilusión de continuar aceptando lo que hay y de no marcharse después de una temporada en la que, salvo sorpresa, el Barça no ganará ningún título.

Lo que sí tiene claro la directiva de Laporta es que la decisión no se puede dilatar más en el tiempo, ni siquiera si hay triunfo en el Clásico. Si se aceptan como buenas las últimas respuestas de Xavi en la sala de prensa, el escenario “no va a cambiar”.