Un grupo de científicos están probando una tecnología para combatir el cambio climático “enfriando” el planeta
Este proyecto tiene como objetivo incrementar el reflejo de la radiación solar de vuelta al espacio, mediante el uso de aerosoles de sal marina para potencialmente bajar la temperatura de la Tierra
Consiste en dispersar partículas de sal marina o sustancias similares en la atmósfera, las cuales sirven como núcleos de condensación para las gotas de agua, haciendo que las nubes se vuelvan más brillantes y, por lo tanto, reflejen más radiación solar hacia el espacio. Este enfoque busca imitar efectos naturales observados, como el brillo aumentado de las nubes debido a las emisiones de aerosoles de los barcos, conocido como “caminos de barcos”.
Según señaló Doherty al New York Times, estas técnicas son consideradas un plan de respaldo y no una solución principal al cambio climático. La estrategia principal sigue siendo la reducción en la quema de combustibles fósiles, un punto en el que tanto investigadores como activistas ambientales están de acuerdo. “Cada año que tenemos nuevos registros del cambio climático, y temperaturas récord, olas de calor, está impulsando el campo para buscar más alternativas”, dijo Robert Wood. “Incluso las que antes podían ser relativamente extremas”.
Así se creó el blanqueamiento de nubes marinas
A pesar de las controversias, la tecnología para el blanqueamiento de nubes marinas se ha desarrollado significativamente desde su concepción. Inspirado por una pregunta de su hijo mientras observaban las nubes, el físico británico John Latham propuso originalmente la idea en 1990.
Las partículas de sal marina empleadas se basan en el efecto Twomey: un gran número de gotas pequeñas refleja más luz solar que un pequeño número de gotas grandes. La implementación exitosa de esta técnica requiere una precisión meticulosa en el tamaño de las partículas aerosolizadas, evitando tanto partículas demasiado grandes que reducirían la reflectividad de las nubes como partículas demasiado pequeñas que serían ineficaces.
El apoyo financiero para estas investigaciones ha crecido, favorecido por la creciente preocupación ante temperaturas récord y fenómenos climáticos extremos. Además de Bill Gates, otras organizaciones y fondos se han sumado para respaldar los estudios necesarios. Sin embargo, los investigadores estiman que se necesitará al menos una década más de pruebas antes de que se pueda considerar el uso de estas tecnologías a una escala que realmente contribuya a enfriar el planeta.
La experimentación con esta tecnología en Estados Unidos representa un esfuerzo por encontrar soluciones alternativas ante el avance inexorable del calentamiento global. Aunque el gobierno estadounidense, según apunta The New York Times, se ha distanciado de este estudio en particular, la inversión en investigación sobre diversas técnicas de intervención climática indica un interés creciente tanto de las autoridades como de la comunidad científica internacional.
Los resultados de estas pruebas son esperados con gran expectativa, con la esperanza de que contribuyan a un mayor entendimiento de cómo las técnicas de intervención climática pueden interactuar con el medio ambiente de maneras seguras y efectivas.
El proyecto de blanqueamiento de nubes marinas aún se encuentra en una fase temprana, y los investigadores estiman que se requerirá al menos una década más de estudios y pruebas antes de considerar su uso a escala suficiente como para tener un impacto significativo en la temperatura global.