Un estudio sugiere que los factores genéticos pueden influir en la depresión resistente al tratamiento
La reciente investigación, realizada en Taiwán, analizó a más de 21.000 personas y destaca un enlace significativo entre la genética familiar y las dificultades en el manejo efectivo de estos síntomas
El estudio taiwanés, liderado por el Dr. Cheng-Ta Li, profesor de medicina en el Centro Nacional Yang Ming Chiao Tung University, se basó en el análisis de los datos recogidos por el seguro médico nacional de Taiwán durante un lapso de 15 años. La investigación incluyó registros médicos de pacientes ambulatorios e información de recetas, cubriendo a más de 21.000 personas diagnosticadas con TRD, lo que lo convierte en uno de los estudios más amplios y detallados sobre este tema a nivel mundial.
Además de confirmar la heredabilidad de la TRD entre familiares de primer grado, el estudio también encontró que estos familiares presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir otras afecciones psiquiátricas, como ansiedad, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno depresivo mayor, y trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Esta constatación subraya la complejidad de la carga genética y su impacto en la salud mental.
El Dr. Andrew McIntosh, profesor de psiquiatría en el Centro de Ciencias Clínicas del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, quien no participó en la investigación, recalca la importancia de este estudio para la comprensión de la TRD al medio CNN. McIntosh destaca la necesidad de adoptar un enfoque más inclusivo en las investigaciones sobre salud mental, advirtiendo que hasta ahora, muchos estudios se han centrado desproporcionadamente en poblaciones de ascendencia europea, dejando de lado a otros grupos étnicos.
De acuerdo con los hallazgos, los expertos sugieren que la conciencia sobre la heredabilidad de la TRD puede guiar hacia la adopción de estrategias de tratamiento más efectivas y personalizadas desde etapas tempranas. Este enfoque podría incluir opciones alternativas al tratamiento antidepresivo convencional, como la adición de litio, antipsicóticos atípicos, dosis bajas de esketamina, o la utilización de la estimulación magnética transcraneal.
El descubrimiento de que la TRD tiene una base genética potencial, aunque también podría verse influenciada por factores ambientales compartidos y otras variables no identificadas, abre nuevas perspectivas para el tratamiento y la prevención de esta condición. La información obtenida de este estudio no solo revela la heredabilidad de la depresión resistente al tratamiento, sino que también destaca la urgencia de ampliar el espectro de investigación y tratamiento para incluir una mayor diversidad de poblaciones.