UDINESE 1-ROMA 2 / De Rossi logra tres puntos en 18 minutos

En el estreno de Cannavaro como técnico del Udinese, la Roma logró la victoria con Cristante en el 95′. Hoy se recuperaron los 18′ que faltaban tras la suspensión por el caso Ndicka.

Mirko Calemme
As
La Roma da un enorme paso hacia la próxima Champions League. Los giallorossi lograron llevarse los tres puntos (1-2) en su segunda visita al Udinese, donde reanudaron el partido interrumpido a falta de 18 minutos debido a las condiciones de Ndicka el pasado 15 de abril. El susto de aquella tarde tuvo doble final feliz para los giallorossi: para el defensa se descartaron patologías cardíacas (puede volver a jugar), y este jueves llegó una victoria sobre la bocina que deja a los romanos en el quinto puesto, con cuatro puntos de ventaja sobre el Atalanta (que debe recuperar un partido).

El Udinese, por su parte, vivía este jueves el estreno de Fabio Cannavaro, que llegó en una situación desesperada. Los friulani marchan en el antepenúltimo puesto, con los mismos puntos del Frosinone, al borde de un descenso que sería el primero desde hace treinta años. El exmadridista se cruzó con su viejo amigo y campeón del mundo 2006 como él, y propuso el mismo once que había llegado a la suspensión. El nuevo míster no tuvo tiempo para preparar nada nuevo, pero, tras un intento de arreón romanista, los locales tuvieron una enorme oportunidad con Lucca, neutralizada por Svilar. Tras una parada en la otra área, con Okoye que ganó el mano a mano con Azmoun, se llegó al descuento, y el Udinese empezó a perder lucidez.

Los bianconeri cayeron contra el Verona el pasado sábado encajando el tanto decisivo en un córner en el 93′ y Joao Ferreira, en el mismo minuto, regaló un absurdo saque de esquina a la Roma. Los giallorossi rozaron el 1-2 con un disparo de Pellegrini y, en el córner siguiente, Cristante cabeceó a la red el centro de Dybala. Tras los goles de Pereyra y Lukaku del 15 de abril, el mediocampista anotó el decisivo, que cerró la larguísima contienda con la fiesta de los giallorossi, que también aplaudieron al fondo rival por su solidaridad ante las condiciones de Ndicka. De Rossi, tras la primera decepción contra el Bolonia, vuelve a volar y a Cannavaro, en cambio, le toca una patata muy caliente.


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