Tres partidos en uno
Ancelotti debe cuadrar un once para ganar en el difícil Son Moix sin quebrantar al equipo para Mánchester y el Clásico. Modric apunta a titular.
Algunos de los peores recuerdos del Madrid en la era reciente están relacionados con el Mallorca. En 2019, Zidane, en vísperas de un duelo crucial de Champions ante el Galatasaray, puso un equipo mayoritariamente compuesto por suplentes que en temporadas anteriores habían resultado y el equipo pinchó. Muchos desaparecieron de las alineaciones en los meses posteriores y el equipo encadenaría 21 partidos sin perder que le condujeron al título de Liga. En el club se consideró ese choque un punto de inflexión.
El Madrid, pues, va sobre aviso. En dos de sus tres últimas visitas a Son Moix salió derrotado. El partido del año pasado dejó, además, una cola de polémica. Vinicius mantuvo un durísimo enfrentamiento físico y verbal con Raíllo y Maffeo. El brasileño sufrió diez faltas y vio su quinta amarilla. Los mallorquinistas le acusaron después de falta de respeto. Maffeo, que se mofó de él tras un lanzamiento fallido de penalti de Asensio, ha cerrado esta semana sus redes sociales ante los insultos recibidos a cuenta de aquello. Hoy, los tres implicados estarán en un partido de triste resaca para los bermellones y de antesala de casi todo para los blancos, pero trascendente a uno y otro lado.
Muriqi asoma la cabeza
En la trastienda de la final copera hay un Mallorca con solo seis puntos de colchón sobre la zona de descenso. Poco blindaje, pero una aureola bien ganada de equipo difícil de roer: solo ha perdido uno de sus últimos cinco partidos, nadie marcó más de un gol en ese tramo, en Son Moix no han podido ganar ni Barça ni Athletic ni Valencia ni Sevilla, y en Montjuïc, el Metropolitano y el Bernabéu solo cayó por la mínima. En Madrid, en la primera vuelta, con un gol de Rüdiger a doce minutos del final. En toda la temporada no ha estado nunca en zona de descenso y es especialmente fuerte en casa: 22 puntos ha logrado allí de los 31 que tiene.
Ese aceptable recorrido lo ha hecho sin demasiada ayuda de su mejor baza ofensiva, Vedat Muriqi, que solo ha marcado cinco goles. No empezó bien, pero es que además, a mediados de noviembre, sufrió una lesión en un gemelo que le tuvo dos meses fuera. “Me ha costado volver, pero ahora estoy muy bien”, afirmó la semana pasada a la SER. Muriqi es, probablemente, el mejor nueve de percusión de la Liga. Gana casi seis balones aéreos por partido, mas que ningún otro en la competición. Raíllo también está en el top cinco. Eso habla de un equipo especialmente fuerte en el balón parado. Pese a los problemas de Muriqi, para Aguirre está muy por delante de los otros dos delanteros del equipo, Abdón (máximo goleador, con once tantos, seis de ellos en la Copa) y Larin. En todos predomina la potencia sobre la habilidad. Y están acostumbrados a jugar en un equipo muy austero en ataque. El Mallorca es el segundo equipo que menos goles registra en la Liga y su posesión no pasa del 44%. A cambio, también es el segundo conjunto que más disputas gana por arriba y por abajo. En esa dinámica de fútbol físico pretende meter hoy al Madrid con un once muy cercano al de gala pese a que Aguirre recordó ayer que la Copa dejó secuelas en jugadores como Maffeo, Raíllo, Valjent o Lato.
Rotación moderada
Para Ancelotti, a la dificultad del partido en sí se le suma una alineación que tenga presente lo que llega la próxima semana. City más Clásico, las notas del año en apenas cinco días.
Nacho y Tchouameni son algunas de las pocas certezas del once. El primero, porque no estuvo ante el City y anda fresco. El segundo, porque no podrá jugar en Mánchester tras ver la amarilla el pasado miércoles. El resto son presunciones. Pinta que al menos alguno de los dos laterales titulares, Carvajal y Mendy, descansará. Quizá lo hagan los dos, lo que abre la puerta del equipo a Lucas Vázquez y Fran García. También tiene apariencia de titular Modric, relegado a un papel menor pero todavía con cartel de jugador importante. Solo ha estado 17 veces en el once inicial, la cifra más baja desde sus comienzos en el Dinamo de Zagreb. La última vez fue el 10 de marzo, ante el Celta.
Rodrygo, que no se entrenó ayer, apunta al banquillo y abre la puerta a Brahim, suplente de lujo. Tardó más de un mes en entrar en un once titular y ha ido cubriendo con brillantez las ausencias de Bellingham: nueve goles y cinco asistencias. Y se espera también que tenga algún minuto Militao por si se le necesita en Mánchester o ante el Barça. Las cosas de jugar tres partidos en uno, aunque el orden de tareas, la primera es llegar al Clásico con ocho puntos de margen.