Rusia vetó una resolución de la ONU que pide prevenir una carrera armamentista nuclear en el espacio
Patrocinada por Estados Unidos y Japón, recibió 13 votos a favor entre sus 15 miembros. China se abstuvo. Se buscaba llamar a todos los países a no desarrollar ni desplegar armas nucleares o de destrucción masiva fuera de la Tierra
La resolución habría llamado a todos los países a no desarrollar ni desplegar armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en el espacio, prohibidas por un tratado internacional de 1967 que incluía a Estados Unidos y Rusia, y a aceptar la necesidad de verificar el cumplimiento.
El anuncio de la resolución por parte de Thomas-Greenfield el 18 de marzo siguió a la confirmación de la Casa Blanca en febrero de que Rusia había obtenido una capacidad “preocupante” de armamento antisatélite, aunque tal arma aún no está operativa.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo al consejo antes de la votación que la resolución era “absurda y politizada”.
Nebenzia propuso una enmienda al borrador entre Estados Unidos y Japón diciendo que una carrera armamentista en el espacio ultraterrestre debería referirse a todo tipo de armas, no sólo a las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva. Fue derrotado por 7 países a favor, 7 en contra y una abstención porque no logró obtener el mínimo de 9 votos “sí” necesarios para su adopción.
El proyecto de resolución derrotado decía que “la prevención de una carrera armamentista en el espacio ultraterrestre evitaría un grave peligro para la paz y la seguridad internacionales”. Habría instado a todos los países que llevan a cabo actividades de exploración y utilización del espacio ultraterrestre a cumplir con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
El borrador habría afirmado que los países que ratificaron el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967 deben cumplir con sus obligaciones de no poner en órbita alrededor de la Tierra “cualquier objeto” con armas de destrucción masiva, ni instalarlos “en cuerpos celestes, ni colocar tales armas en espacio exterior.”
El tratado, ratificado por unos 114 países, incluidos Estados Unidos y Rusia, prohíbe el despliegue de “armas nucleares o cualquier otro tipo de armas de destrucción masiva” en órbita o el estacionamiento de “armas en el espacio exterior de cualquier otra manera”.
El proyecto de resolución enfatizaba “la necesidad de medidas adicionales, incluidos compromisos políticos e instrumentos jurídicamente vinculantes, con disposiciones apropiadas y efectivas para la verificación, para prevenir una carrera armamentista en el espacio ultraterrestre en todos sus aspectos”.
Reiteró que la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, tiene la responsabilidad principal de negociar acuerdos para prevenir una carrera armamentista en el espacio ultraterrestre.
El organismo de 65 naciones ha logrado pocos resultados y en gran medida se ha convertido en un foro para que los países expresen críticas a los programas de armas de otros o defiendan los suyos propios. El proyecto de resolución habría instado a la conferencia a “adoptar e implementar un programa de trabajo equilibrado y completo”.
En la reunión del consejo de marzo donde se lanzó la iniciativa Estados Unidos-Japón, el Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió que “las tensiones geopolíticas y la desconfianza han aumentado el riesgo de una guerra nuclear a su punto más alto en décadas”.
Dijo que la película Oppenheimer sobre Robert Oppenheimer, quien dirigió el proyecto estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial que desarrolló la bomba atómica, “trajo la dura realidad del fin del mundo nuclear a una vida vívida para millones de personas en todo el mundo”.
“La humanidad no puede sobrevivir a una secuela de Oppenheimer”, dijo el jefe de la ONU.