Romance en el trabajo: la razón por la que la Generación Z y los millennials dejaron las apps de citas
Una reciente encuesta reveló un aumento significativo en el interés por amoríos en la oficina entre los más jóvenes tras una pausa marcada por el movimiento #MeToo y la pandemia
“Yo pensaba: mensaje recibido”, cuenta Coco, que ahora tiene 25 años, a Fortune.
“El hecho de que sientas que conoces bien a un compañero de trabajo no significa que lo conozcas bien. Y de hecho, creo que a veces la gente es tan buena ocultando su vida personal en el trabajo, que eso da más miedo”, comentó.
Y aunque el movimiento #MeToo y la pandemia llevaron a los estadounidenses a hacer una pausa en los romances en el lugar de trabajo, una encuesta de febrero de la Sociedad de Recursos Humanos (SHRM) muestra que algunas cosas son eternas, y los jóvenes están dispuestos a salir con sus compañeros de trabajo una vez más después de un paréntesis de lo que parecen años.
Según la investigación de la SHRM publicada el 14 de febrero, el 33% de los trabajadores más jóvenes de la generación Z dijeron que estarían abiertos a participar en un romance en el lugar de trabajo, en comparación con los millennials de más edad (15%), la generación X (27%) y los boomers (23%).
La encuesta también reveló que el 17% de los trabajadores estadounidenses mantiene actualmente una relación con un compañero de trabajo, y el 49% ha tenido un flechazo con un miembro de la empresa donde laboran.
La vuelta al romanticismo en la oficina coincide con un periodo de lento crecimiento de las aplicaciones de citas, antaño populares entre los jóvenes. En el último año, el precio de las acciones de Bumble bajó un 40,32%, mientras que el de Match Group descendió aproximadamente un 5%; no está tan mal, relativamente, pero ha perdido un 66% de su valor desde que empezó a cotizar en bolsa.
A medida que el cansancio de las aplicaciones se extiende y los encuentros en la vida real vuelven a estar de moda, la Generación Z y los millennials ponen en práctica su pasión por la oficina, y algunos aprenden duras lecciones por el camino.
¿Ya no es tabú?
La gente siempre ha salido con sus compañeros de trabajo, pero solo en los últimos años se ha “normalizado por completo”, dijo a Fortune el presidente y CEO de SHRM, Johnny C. Taylor, Jr.
En los años 90, cuando Taylor trabajaba como abogado laboralista y vicepresidente de Recursos Humanos en Blockbuster, “desaconsejábamos enérgicamente este tipo de citas”, afirmó. Muchas empresas despedían a un empleado por salir con un compañero de trabajo, pero también fue la década en la que más parejas se conocieron en el lugar de trabajo, según un estudio de 2017 de la Universidad de Stanford.
“Demasiado para nuestras políticas, ¿verdad?”, dijo Taylor. “Nadie las estaba siguiendo. Y lo sabíamos, con el número de esposas de CEO que solían ser sus secretarias, sabíamos que esto estaba ocurriendo”, agregó.
Desde el punto de vista de los empleadores, algunas empresas se están volviendo más laxas con las normas sobre romances en la oficina en medio de la “guerra por el talento” en la que los trabajadores llevan las de ganar, dijo Taylor. Las políticas que prohíben los romances en el lugar de trabajo pueden hacer que los posibles empleadores resulten poco atractivos para los candidatos, dijo, y suavizar esas normas puede ayudar a las empresas a llegar a un grupo de talentos más amplio.
“Estas decisiones dependen en gran medida del consumidor. Y nuestro consumidor es un candidato desde la perspectiva de RRHH”, sostuvo.
Negocio arriesgado
Salir con un compañero de trabajo puede ser un romance de alto riesgo y alta recompensa. Katrina Gao, de 28 años, conoció a su prometido en 2019 mientras ambos trabajaban en las oficinas corporativas de la marca de moda Aritzia en Vancouver. Un romance a fuego lento comenzó a través de almuerzos de trabajo y horas felices después del trabajo, y la mujer y su ahora prometido se convirtieron en pareja oficial cuando llegó la pandemia.
Gao cree que conocer a alguien a través del trabajo es “100%” mejor que a través de una aplicación de citas. “Con las aplicaciones de citas... tienes que pasar por un montón de malas citas antes de encontrar una buena”, manifestó a Fortune. “Con el trabajo, al menos puedes inspeccionar y ver a la persona de lejos, y conocerla un poco, antes de ir a una cita”, concluyó.
Si el uso de aplicaciones de citas es como besar innumerables ranas para encontrar a la elegida, desarrollar un romance en el lugar de trabajo puede ser como evaluar las cualidades principescas de uno desde lejos antes de dar el salto. Pero para los menos afortunados, el novio de la oficina puede convertirse en una rana más, a la que los lazos persiguen entre el zumbido de la charla de oficina.
Michelle, una asociada de 23 años de una empresa de Fortune 500 que pidió utilizar un seudónimo, se hizo amiga de un compañero de trabajo después de que ambos participaran en un programa de jóvenes talentos el verano pasado.
Empezaron a tener citas, y llegaron al punto de estar juntos “en todo menos en el título”, contó Michelle a Fortune. “Me regalaba flores, me regalaba dulces”, dijo, pero su compañero de trabajo le dijo más tarde que no estaba preparado para una relación seria.
“Ahora, las cosas son muy, muy incómodas en el trabajo. A veces no me mira a los ojos”, relató.
A Michelle le dolió la experiencia, hasta el punto de plantearse dejar el trabajo. Pero desde entonces se ha conformado con ignorarlo todo lo posible. “Voy a propósito a otra planta que no es la que tengo asignada para evitarle”, dice.
Y aunque la mujer dice que nunca volvería a salir con un compañero de trabajo, si lo comparamos con conocer a alguien a través de una aplicación de citas, “desgraciadamente diré que [quedar en el trabajo es] mucho mejor”, sostuvo.
“Si conoces a alguien por Internet, realmente no hay una experiencia compartida que conecte a los dos. En mi caso y el de este compañero de trabajo, ambos estábamos en el mismo lugar, en el mismo entorno, pasando mucho tiempo juntos”, argumentó.
¿Es Slack el nuevo Tinder?
El auge de los romances en el lugar de trabajo coincide con el cansancio de la generación Z y los millennials por las aplicaciones de citas, y su creciente deseo de conocer a sus parejas en persona.
“Si nos fijamos en las métricas de todo el ecosistema de aplicaciones de citas en línea, ha estado en declive desde 2021″, dijo a Fortune Ygal Arounian, director de investigación de acciones de Internet en Citibank. “Casi no ha habido crecimiento desde 2019, por lo que estamos viendo un período de cinco años en el que, colectivamente, los usuarios y el tiempo dedicado a las aplicaciones de citas no han visto ningún nivel real de crecimiento”, declaró.
Además de una disminución en el precio de las acciones, Match Group, el conglomerado que posee Tinder, Hinge, The League y más, informó en el cuarto trimestre de 2023 que los usuarios de pago disminuyeron un 5% año tras año. El descenso fue más pronunciado para Tinder en particular, con una caída de suscriptores de pago del 8%.
“Todo se remonta a este punto sobre ser autoexpresivo”, dijo Arounian. “La conexión rápida, deslizar el dedo sobre una foto de perfil basándose sólo en el aspecto de la persona, ya no tiene eco entre el público más joven”.
Aplicaciones de citas como Hinge y Tinder están añadiendo nuevas funciones a los perfiles de los usuarios que destacan no solo su aspecto, sino también sus intereses. Pero como los usuarios de pago representan casi todos los ingresos de estas aplicaciones, “va a ser difícil compensar eso con otras fuentes de ingresos ahora mismo”, afirmó Arounian.
“El péndulo está volviendo un poco en la otra dirección”, dijo Arounian, pero las aplicaciones de citas “no van a ninguna parte”.
“No es que vayamos a volver a un mundo completamente offline. La gente se va a conocer digitalmente”, dijo. “Quizá no se llegue a un punto en el que literalmente todo el mundo tenga citas online, pero va a ser una parte integral de cómo se conozca la gente en el futuro”.
En su búsqueda del amor, Dani Coco, gestora de talentos afincada en San Diego, ha tenido una relación intermitente con las aplicaciones de citas.
“Si utilizas las aplicaciones de citas como método principal para conocer gente, te frustrarás al 100%”, afirmó Coco. “Porque para mí, las aplicaciones de citas son un complemento a tu vida de citas, no toda tu vida de citas”, añadió.
Ahora paga por dos aplicaciones y conoce a posibles parejas en persona a través de encuentros de pickleball, eventos para solteros y un casamentero, en cualquier lugar menos en el lugar de trabajo.