¿Qué significa ser sapiosexual?
Si bien el término no está en el diccionario de la lengua española, se usa cada vez más para referirse a un tipo de atracción sexual. De qué se trata
¿Qué es la sapiosexualidad?
Para decirlo de manera sencilla, se trata de la opción romántica por personas inteligentes, anteponiendo esta condición al atractivo físico. Esta atracción no implica que no se valore el físico, sino que la inteligencia, la cultura o el carisma de la otra persona juega un papel principal a la hora de enamorarse.
El concepto, aún no reconocido por la Real Academia Española (RAE), pone de relieve la complejidad de la atracción humana más allá de los aspectos físicos.
Esto se debe, según los especialistas, a diferencias significativas en la forma en que procesan la estimulación y el interés sexual los cerebros masculinos y femeninos. Los elementos que despiertan esta atracción varían considerablemente entre géneros, siendo en el caso femenino, la inteligencia y la capacidad de ofrecer perspectivas innovadoras y profundas sobre diversos temas, un factor determinante.
¿Qué caracteriza a una persona sapiosexual?
“La sapiosexualidad se trata de una forma de atracción basada en la inteligencia, no solo como conocimiento amplio, sino también en la capacidad para estar abierto a la experiencia”, definió en este punto el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (MN 74794) en una nota previa con Infobae.
Para él, “los sapiosexuales gustan de una buena charla, de expresiones de afecto, de no caer en la rutina encontrando siempre estímulos novedosos. El atractivo sexual vendrá de esta primera forma de conexión”.
En ese sentido, algunas características de una persona sapiosexual pueden ser:
- Les atrae lo nuevo y sienten rechazo por la rutina
- Los estimula más la inteligencia que el contacto físico con otro
- Les atraen las conversaciones interesantes, que estimulen a debatir, pensar y nuevos conocimientos
- Son personas con mucha imaginación, además de muy curiosas
- Llegan a idealizar a la persona que aman/admiran
- Caen en relaciones que tienden a generar dependencia
¿Cuál es la diferencia entre la sapiosexualidad y la sapiofilia?
Si bien se trata de dos términos que están relacionados, la sapiosexualidad y la sapiofilia distinguen dos formas diferentes de apreciación hacia el intelecto en el plano de las relaciones interpersonales.
Mientras que la sapiosexualidad se enfoca en la conexión entre la atracción sexual y el estímulo intelectual que una persona puede proporcionar, la sapiofilia va un paso más allá, destacando un interés más profundo y a menudo intenso por la inteligencia de otros, más allá del ámbito sexual. Este fenómeno puede darse en distintos tipos de relaciones, ya sean estas de amistad, amorosas o incluso profesionales.
En detalle, la sapiofilia se caracteriza por una atracción apasionada y, en ocasiones, predominante hacia la capacidad intelectual de una persona, sin que necesariamente implique un componente sexual. Es decir, un sapiofílico valora y se siente atraído por el conocimiento, la sabiduría y la agudeza mental, pudiendo sentir esta admiración en cualquier tipo de relación interpersonal. Por el contrario, la sapiosexualidad vincula directamente la atracción intelectual con el deseo sexual, considerando la inteligencia como un factor crucial e indispensable para el surgimiento de interés romántico o sexual.
En ambos conceptos, la inteligencia, lejos de ser un mero atributo o característica, se convierte en el epicentro de la atracción para aquellos que se identifican con la sapiosexualidad o sapiofilia.
¿Qué personalidades reconocidas declararon ser sapiosexuales?
Sophie Marceau, prestigiosa actriz, directora de cine y escritora francesa, ha declarado abiertamente su afinidad hacia las personas con destacada intelectualidad, identificándose como sapiosexual. A sus 57 años, Marceau, comparte esta particular orientación con otras celebridades del espectáculo y de la historia.
Entre ellas, Marilyn Monroe, quien expresó su atracción por personas cultas y estuvo casada con el dramaturgo Arthur Miller y, antes de él, con James E. Dougherty, ambos reconocidos por su labor literaria. Monroe incluso llegó a tener una anécdota famosa por su propuesta a Albert Einstein en tono de broma sobre tener un hijo juntos.
Del ámbito musical, Mark Ronson, DJ, compositor y productor británico, galardonado con el Óscar a la Mejor canción original por “Shallow”, también ha expresado su predilección por la inteligencia como un atractivo principal, aunque matizó sus comentarios diciendo que lo han vinculado con personas de diversas identidades de género debido a su cerebro. Ronson, quien se identifica como bisexual, ha destacado la intelectualidad como el lazo común en sus relaciones.
En México, Marco Antonio Regil, conocido presentador de televisión, conferencista y activista, ha colocado al intelecto como el atributo más erótico de una persona. La capacidad de automejorar, meditación, responsabilidad y lectura son, para él, las cualidades más atractivas.