Precaución con Lamine

Los servicios médicos están monitorizando al joven delantero: sus ligamentos y tendones aún están en fase de formación y existe el peligro de una lesión si se le carga con muchos partidos.

Javier Miguel
As
La precocidad de Lamine Yamal, aunque parezca una contradicción, también arrastra una serie de problemáticas. Que un chaval de 16 años se esté midiendo en el fútbol de élite es una absoluta anomalía, que no deja de sorprender a propios y extraños. Los primeros que están vigilando todos los pasos del joven delantero son los servicios médicos del FC Barcelona. Y es que a tan temprana edad todavía no está desarrollada totalmente la musculatura, especialmente los tendones y ligamentos, elementos que se acaban de formar entre los 19 a los 20 años.

Bajo esta premisa, los médicos han preparado un plan de trabajo individualizado para Yamal, con el objetivo de minimizar los riegos de una lesión. Asimismo, los técnicos también son conscientes que han de gestionar de aquí a final de temporada las cargas de minutos del atacante, porque la acumulación de partidos jugados sería totalmente contraproducente.

El objetivo prioritario es evitar que se repita un nuevo caso Ansu Fati o Pedri. De ahí, que desde el club se haya hecho la petición a la Federación Española para que no reclame al delantero para disputar la Eurocopa y los Juegos Olímpicos este verano, instándole a elegir sólo un evento de los dos.

Ahora mismo, los números de Yamal empiezan a entrar en la zona roja: ha jugado 40 partidos, sumando 2.207 minutos, convirtiéndose ya en el noveno futbolista más utilizado por Xavi Hernández.

Lamine ha aprovechado esta semana para realizar un trabajo especial de prevención, focalizado sobre todo a proteger los ligamentos y los tendones. Y es que su manera de jugar, explosiva y con cambios de ritmo continuos, conllevan necesariamente una sobrecarga muscular que podría desembocar en una lesión si no se realiza un trabajo exhaustivo de prevención.

Nadie duda que Yamal será un jugador vital en la eliminatoria ante el PSG y el Clásico, pero con la obligación de gestionar sus próximas apariciones y modular sus minutos. Los técnicos son conscientes que pueden apretar a Lamine, pero hasta cierto límite, porque la naturaleza tiene sus tiempos.

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