¿Por qué las parejas tienen problemas para comunicarse? La clave para relaciones duraderas
Los desacuerdos sobre empatía y resolución pragmática surgen como obstáculos clave en la comunicación de parejas
En su práctica terapéutica, Schonbrun ha identificado patrones repetitivos donde uno de los miembros de la pareja busca empatía, mientras que el otro responde con soluciones pragmáticas, aumentando la frustración y el distanciamiento emocional. Un ejemplo palpable es el de una pareja donde el esposo expresaba su dolor ante la falta de transparencia financiera, y la esposa ofrecía soluciones prácticas sin reconocer la necesidad emocional subyacente de su compañero. “Quería que su esposa entendiera que sentía que su relación carecía de metas compartidas en cuanto a gastos y transparencia proactiva”, ejemplifica Schonbrun sobre dicha situación.
Un aspecto interesante sobre este fenómeno es que se extiende más allá del ámbito conductual y tiene correlatos neurológicos. Investigaciones sugieren que la sincronización cerebral entre individuos es un indicador de conexión efectiva en las conversaciones. Diferentes áreas del cerebro se activan dependiendo del tipo de conversación, lo que puede dificultar la sincronización y por ende, la comprensión mutua.
Charles Duhigg, periodista y autor de “Supercomunicadores”, refleja cómo esta dinámica impactó tanto su vida matrimonial como su desarrollo profesional. Se dio cuenta de la importancia de preguntar y clarificar el tipo de conversación que se desea tener, una práctica que ha mejorado significativamente su capacidad de conexión con los demás. “Cuando alguien te pregunta qué quieres, es bastante agradable. Muestra que les importa lo que quieres”, comparte Duhigg, subrayando el valor de la consideración y el interés genuino en las necesidades comunicacionales del otro.
Este enfoque comunicacional no solo tiene el potencial de mejorar las relaciones personales, sino que también enfatiza la relevancia de la empatía y la claridad en la interacción humana. La capacidad de identificar y comunicar nuestras necesidades y deseos en las conversaciones, así como de permanecer abiertos y atentos a los de nuestros interlocutores, puede ser la clave para construir y mantener relaciones más saludables y satisfactorias.