Monterrey desnudó todas las debilidades de Inter Miami y a Lionel Messi se le cayó un objetivo
El equipo de Martino fue claramente superado en México y quedó al margen de la Concachampions
Poco pudo hacer Messi, ausente por lesión en el primer partido, para evitar una derrota anunciada. Monterrey había adelantado buena parte del trabajo la semana pasada, al ganar 2-1 como visitante, y sentenció la serie en Nueva León. El equipo dirigido por el argentino Fernando Ortiz fue notoriamente superior a lo largo de los 180 minutos. El resultado global se quedó corto para reflejar las distancias entre un conjunto que sabía a lo que quería jugar y cómo hacerlo, y un Inter Miami desordenado, que pareció apenas un conjunto de voluntades dispersas.
En varios pasajes Messi tuvo que retroceder hasta el círculo central, señal inequívoca de que su equipo no tenía el control del juego. No estuvo bien acompañado esta vez el rosarino, pero fue lo de menos en una tarea grupal pobrísima. En líneas generales, ya desde hace varios partidos es muy flojo lo de Inter Miami en lo colectivo. Monterrey, más armado, no hizo más que desnudar a un equipo deshilachado, que apenas ganó uno de sus últimos siete partidos entre la MLS y la Concachampions, y acumula cinco sin ganar. Fue, por momentos, un baile, con gritos de “olé” desde las tribunas.
La derrota de Inter Miami en México
La derrota frente a Monterrey expuso errores garrafales en defensa -el blooper de Callender fue lo más notorio, pero también se equivocaron Allen, Avilés y Freire-, imprecisiones en el medio, fallas conceptuales y rendimientos individuales bajos, y así el equipo de Martino reveló que está en un momento muy bajo. Ni siquiera los experimentados quedaron al margen del “reprobado” en el boletín. Jordi Alba fue expulsado por pasarse de rosca con dos patadas, y Luis Suárez pasó la mayor parte del tiempo chocando contra los defensores y discutiendo con el árbitro y los asistentes. El descuento que anotó Gómez de cabeza, con todo sentenciado, tras un envío frontal de Messi, se explica en cierta relajación del conjunto ganador, a pocos minutos del final.