Los rostros de los secuestrados inundan las calles de Israel
A raíz de la masacre del 7 de octubre de 2023, una iniciativa de la sociedad civil ha buscado brindar apoyo a los familiares y amigos de los secuestrados por Hamás, más allá de las negociaciones para la liberación
A unas cuadras de la Plaza de las Artes, cuyo nombre fue rebautizado por la sociedad civil como la “Plaza de los secuestrados”, tiene su sede el “Departamento Diplomático de las Familias de los Rehenes”. La organización, a decir de Daniel Carmon, el ex cónsul que vivió el atentado de 1992 a la embajada de Israel en Buenos Aires, Argentina, se trata de “un emprendimiento de la sociedad civil israelí con la meta de asistir y brindar respaldo a las familias de las víctimas más allá de las negociaciones y con un ángulo humanitario”, el cual está conformado por voluntarios y especialistas como médicos, psicólogos, abogados, comunicadores, entre otros.
En su interior, como calca de las calles de Tel Aviv, se encuentra el rostro de cada una de las personas secuestradas antes y durante el asalto del 7 de octubre de 2023. Aquellos cuya fortuna les permitió volver a sus hogares, cuentan en su imagen la leyenda “en casa”, situación que los diferencia de quienes están en espera de ser localizados.
Además de la solidaridad, al identificarse como víctimas de una situación similar, el disgusto con las autoridades gubernamentales orilló a la población civil a agruparse en un colectivo. Cabe mencionar que, de acuerdo con una encuesta realizada por el medio Maariv y citada por The Times of Israel, días después del atentado del 7 de octubre, 8 de cada 10 ciudadanos de Israel consideraron que Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, debía asumir la responsabilidad pública de los sucesos.
Es así que, desde el interior de la sede del “Departamento Diplomático de las Familias de los Rehenes”, quienes mantienen algún parentesco con las víctimas israelíes del capítulo más reciente por el conflicto histórico con Palestina buscan reivindicar las acciones de búsqueda y liberación de los rehenes.
Marcelo Garzón recuerda el secuestro de su yerno Dolev
Uno de los portavoces de la causa es Marcelo Garzón, nacido en Argentina en 1961, pero radicado en Israel desde 1967, quien ha tenido que lidiar con el secuestro de su yerno. Dolev Yehoud forma parte del grupo de 133 personas identificadas por su retención de parte del grupo Hamas, aunque no se sabe con certeza si pertenece al grupo de los 97 retenidos con vida en la Franja de Gaza.
De acuerdo con su testimonio, los acontecimientos sucedieron en el kibbutz Nir Oz, uno de los que fueron atacados el 7 de octubre. Minutos después de las seis de la mañana, tanto Dolev como su esposa embarazada y sus tres hijos despertaron por el ruido de un tiroteo.
La situación los llevó a ocultarse en el refugio de su vivienda. Una vez que Dolev se aseguró de que su familia se encontraba a salvo, decidió volver al exterior para brindar primeros auxilios a las personas encargadas de la seguridad del kibbutz que resultaron heridas tras el enfrentamiento con los miembros de Hamas.
“Junto a mi yerno, su hermana de 28 años, Arbel y su enamorado, fueron también secuestrados. A las 8:52 de la mañana mi yerno le manda su último mensaje a mi hija diciéndole que la quiere mucho. Desde entonces y hasta el día de hoy no tenemos ninguna señal de vida ni señales de cómo está”, expresó y aclaró que 36 personas de dicha comunidad fueron secuestradas.
Maya Schmeil y la búsqueda de sus dos primos
Otra de las personas que contó su experiencia desde la “Plaza de los Secuestrados” fue Maya Shcmeil, quien habló sobre el caso de Yair y Eithan Horn, sus primos que también fueron sustraídos desde el interior del kibbutz Nir Oz. Los dos hermanos, originarios de Argentina, llegaron a Israel en 1999 y en 2002, respectivamente.
“El sábado en la mañana se levantaron con las alarmas. Donde yo vivo no había alarmas, pero desperté porque mi hermana llamó diciendo que las alarmas sonaron por más de una hora (...) Hasta las 11 de la mañana no entendíamos lo que pasaba y hasta esa hora avisaron en la tele que los terroristas entraron a Nir Oz (...) No pensamos que les pasara algo porque su madre y hermana hablaron con ellos y les dijeron que estaban en el refugio y que todo estaba bien”.
No obstante, cuando confirmaron el asalto al kibbutz Nir Oz, Maya envió un mensaje a Eithan que no llegó a su dispositivo móvil. Horas más tarde volvieron a entablar comunicación con un amigo de Yair, quien comunicó que la casa estaba vacía pero sin signos de violencia, por lo que sospecharon que habían escapado, aunque el reporte de desaparición se confirmó dos días más tarde, lo que levantó la sospecha de su asesinato o secuestro.
La familia de Yair y Eithan no volvió a tener noticias de ellos hasta el 25 de noviembre, un mes y 18 días después del secuestro cuando, a través de testimonios de personas que fueron liberadas, pudieron constatar que se encontraban con vida. Aunque el alivio llegó a la familia solamente fue por un breve tiempo, pues no han vuelto a tener conocimiento del paradero de los primos Horn.
Al mes de abril, 133 personas continúan en alguna parte de la Franja de Gaza y, aunque Maya ha preferido mantener su causa alejada de las decisiones políticas de su país, considera que las gestiones encaminadas por las autoridades no han sido las esperadas por la sociedad para conseguir la liberación de quienes están secuestrados.
Casi 200 días después del capítulo que marcó la herida más reciente en el conflicto entre Palestina e Israel, al igual que en los sucesos sangrientos que han escrito parte de la historia entre los dos territorios, la violencia se sigue cobrando la vida y libertad de los civiles situados en ambos extremos, situación que ha sido condenada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).