Los cambios del Superclásico: de un Demichelis sin impacto a lo resolutivo de Martínez

El entrenador de River no supo solucionar la caída de su equipo, mientras que -como si tuviera un manual de instrucciones- el técnico de Boca acompañó el crecimiento xeneize corrigiendo y tocando lo justo.

A los 15' del segundo tiempo, con el marcador 1-1 y apenas cinco minutos después del gol que el VAR le anuló a los de Núñez, Demichelis hizo el primer movimiento desde el banco con los ingresos de Manuel Lanzini y Esequiel Barco en los lugares de Ignacio Fernández y Claudio Echeverri, ambos amonestados.

Si bien una de las explicaciones puede aparecer a partir de que el Superclásico subió la temperatura en el inicio del complemento, con un fuerte cruce entre Marcos Rojo y Borja y otro de Cavani con Díaz, y que Micho haya decidido quitar a sus jugadores con tarjetas amarillas, lo cierto es que el partido del Diablito era para que, al menos, siga unos minutos más.

Echeverri fue clave en la conducción en el gol del Colibrí, se las arregló para siempre encontrar los espacios en la mitad de la cancha, volvió loco a Equi Fernández cuando jugó de cinco -luego Pol Fernández ocupó ese rol- y siguió picante en los primeros minutos de la segunda mitad.

En la conferencia de prensa-post partido, el entrenador riverplatense reveló que la joya chaqueña “estuvo hasta anoche con fiebre“ y explicó desde ese lado su salida, pero contó que el Diablito “levantó la mano y pidió jugar” y por eso fue titular.

Probablemente, Martín Demichelis quiso poner piernas frescas en el medio sumado al vértigo que ofrecen Lanzini y Barco, intentando aprovechar el envión del segundo gol -anulado- que esperaba hacer crecer a River. Sin embargo, ocurrió lo opuesto: desde entonces se vio la mejor versión de Boca y pegó dos golpes de knockout con el tanto del Matador y el segundo de la Bestia (dos y siete minutos después de los cambios de River).

En el medio, con el 2-1 xeneize en el tablero, el técnico boquense Diego Martínez metió a la cancha a Nicolás Figal por un deslucido Jabes Saralegui (apuesta por el suspendido Cristian Medina que únicamente destacó como tándem del peruano Luis Advíncula) y, si bien la modificación estaba pensada antes de ponerse en ventaja, la realizó igual con una variante táctica.

En principio, todo indicaba que el cambio era para que Figal vaya de lateral derecho y que Advíncula pase a jugar de carrilero por derecha, donde estaba Saralegui. Pero el gol de Cavani pudo cambiar los plantes y Martínez dispuso la línea de cinco, con el Rayo de cuatro y Nico Figal en una zaga de tres con Cristian Lema y el capitán Rojo.

Martín Demichelis River
Martín Demichelis durante la derrota de River ante Boca en la Copa de la Liga. (Hernan Cortez/Getty Images)

Ante un River sin ideas, sin patear al arco y sobrepasado por Boca en el segundo tiempo, Martín Demichelis sumó un delantero, sin nada para perder, con el ingreso -a los 25’ del ST- de Pablo Solari por Rodrigo Aliendro, quien había sido el mejor del Millonario en la primera parte pero bajó el nivel en el segundo.

Por su parte, tres minutos después del cambio de Solari, Darío Benedetto entró en Boca por un Edinson Cavani que se fue exhausto y ovacionado del Kempes.

Ya a los 35 minutos del segundo tiempo, Demichelis agotó los cambios con los ingresos de Nicolás Fonseca y Santiago Simón por Rodrigo Villagra y Andrés Herrera. Mientras que en Boca entró Luca Langoni y el colombiano Jorman Campuzano sobre el final por Merentiel (para que suene otra vez el “uruguayo, uruguayo”) y Pol Fernández.

Diego Martinez

¿River perdió el partido por los cambios que sucedieron antes de los dos goles que pusieron a Boca en ventaja? Claro que no, de hecho vinieron por erros de jugadores que ya estaban en la cancha: Herrera en el primero y Leandro González Pirez en el segundo. No obstante, ninguno de ellos generó el impacto que buscó Demichelis desde el banco y River tuvo un segundo tiempo para el olvido.

Por su parte, Martínez primero supo corregir con lo que tenía en la cancha, colocando a Pol de cinco cuando Equi sufría a Echeverri en esa posición y mandándolo a Fernández a flotar detrás de Villagra, lugar en el que creció y fue parte de la levantada boquense.

Luego, el DT que ganó su primer Superclásico optó por cuidar el resultado con la línea de cinco en el fondo, soportando la arremetida de River que recién tuvo el descuento en el último minuto, y entendió que, además, debía refrescar el once sacando a los que más corrieron. Tocando lo justo y necesario, Diego Martínez volvió a remontar un clásico como lo hizo con Racing y San Lorenzo.


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