Israel reinició sus operaciones contra Hamas mientras medita una represalia contra Irán consensuada con Estados Unidos
Mientras las tropas de las Fuerzas de Defensa operan en Khan Younis y se preparan para una posible ofensiva en Rafah, el gabimete de guerra de Netanyahu se reunió para definir qué tipo de respuesta tendrá el ataque del régimen persa
Israel aseguró que el ataque “fue frustrado”, mientras que Irán consideró “el asunto zanjado”, advirtiendo a su archienemigo contra cualquier “comportamiento imprudente” que pudiera desencadenar una reacción “mucho más fuerte”.
Los primeros comentarios no indican una acción concreta, pero tienden a evaluar que el gabinete pretende llevar adelante una represalia consensuada con Estados Unidos.
“No apoyamos un ataque en represalia”, declaró por su lado el lunes el canciller británico, David Cameron, a la BBC.
Y el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se evite una “conflagración”, un llamamiento compartido por buena parte de la comunidad internacional.
“Ni por un instante”
Por ahora, el ejército israelí afirmó que el ataque iraní del fin de semana no lo desviará de su objetivo de eliminar al movimiento islamista palestino Hamas, aliado de Irán, en la Franja de Gaza.
La guerra estalló a raíz del ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre, cuando mataron a unas 1.170 personas, en su mayoría civiles, según datos oficiales israelíes.
También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamas y lanzó una ofensiva que ya dejó decenas de miles de muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por el grupo islamista.
“A pesar de los ataques de Irán, no hemos perdido de vista -ni por un instante- nuestra misión esencial en Gaza, que consiste en salvar a nuestros rehenes en manos de Hamas”, declaró Daniel Hagari, el portavoz del ejército israelí.
Antes del amanecer, decenas de bombardeos golpearon el sector de Khan Younis, en el sur de la Franja. Netanyahu sigue decidido a lanzar una ofensiva terrestre contra Rafah, ciudad del extremo sur de Gaza señalada como el último bastión de Hamas, pese a las advertencias de Estados Unidos y otros países, que temen un baño de sangre.
Según la ONU, cerca de millón y medio de gazatíes desplazados por la guerra se encuentran hacinados en Rafah, en su mayoría en campamentos improvisados.
“Apreciar la moderación” de Irán
Varios analistas consideraron que es casi inevitable que Israel responda al ataque iraní.
“La gran pregunta no es solo si Israel va a actuar, sino también qué decidirá hacer”, declaró a AFP una autoridad estadounidense.
En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada de urgencia el domingo, el secretario general, Antonio Guterres, advirtió que “ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras” y advirtió que “Oriente Medio está al borde del abismo”.
El embajador israelí, Gilad Erdan, reclamó en la reunión que el Consejo de Seguridad imponga “todas las sanciones posibles a Irán antes de que sea demasiado tarde”.
Por su parte, el portavoz de la cancillería iraní, Nasser Kanaani, declaró el lunes que las potencias occidentales deberían “apreciar la moderación de Irán de los últimos meses”, “en lugar de verter acusaciones”.
La República Islámica de Irán llama a la destrucción de Israel, Estado que no reconoce, pero hasta el sábado se había abstenido de atacarlo directamente.
Sus aliados, el Hezbollah libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, llevaron a cabo numerosos ataques contra Israel desde el inicio de la guerra en Gaza.
El lunes, Hezbollah afirmó que activó “artefactos explosivos” al paso de soldados israelíes que, según dijo, cruzaron la frontera con Líbano.
Un portavoz militar confirmó a AFP que varios soldados fueron heridos y “que el incidente ocurrió en Líbano”.