Harry Kane: la maldición que persigue al gran goleador, que ni con Bayern Munich pudo ser campeón
Máximo anotador de la actual Bundesliga, goleador histórico de Tottenham y del seleccionado de Inglaterra; a uno de los mejores delanteros del mundo le falta una vuelta olímpica
Ese mismo sábado, el equipo dirigido por Thomas Tuchel perdió 3-0 ante Leipzig la final de la Supercopa de Alemania. Kane, que apenas si había tenido tiempo de desarmar la valija, ingresó a los 19 minutos del segundo tiempo, cuando Leipzig ya ganaba 2-0. Ya tendría tiempo de adueñarse de la titularidad. Bayern había levantado las tres supercopas alemana anteriores. Kane, ya con 30 años cumplidos, veía pasar la posibilidad de conquistar el primer título en su extraordinaria carrera de goleador. No pudo ser, lo conseguirá en la Bundesliga, fue la inmediata especulación.
Este domingo, una de las mayores novedades del fútbol europeo fue la consagración de Bayer Leverkusen como campeón de la Bundesliga por primera vez en la historia. La noticia del éxito del equipo que pertenece a la multinacional químico-farmacéutica corrió en paralelo a la novedad del quiebre de la hegemonía de 11 títulos consecutivos de Bayern. Volteó un imperio de más de una década. Y de inmediato saltó una curiosidad: las manos vacías de Bayern, acostumbrado a que se le caigan los trofeos de los bolsillos, coincide con la llegada del delantero que se harta de marcar goles que no se traducen en títulos para sus equipos.
Cuando se produjo la incorporación de Kane a Bayern, la primera lectura fue que se acababa el maleficio para el inglés. Al fin se lo vería dando una vuelta olímpica. Por primera vez su contribución individual tendría una recompensa colectiva. Venía de ser tres veces goleador de la Premier League en sus más de 10 años en Tottenham, que aun contando con el mejor N° 9 de Inglaterra de la última década no pudo desbancar a los pesos pesados: Manchester City, Liverpool y Chelsea. Cuando José Mourinho dirigió a Tottenham, le aconsejó que diera el salto a uno de los tanques de Europa. Es cierto que Kane no tuvo fácil la salida porque el dueño de los Spurs, Daniel Levy, es un durísimo negociador, no facilitó la operación hasta que consiguió la suma pretendida por su pase.
La postergación de Bayern Munich activó la sorna en las redes sociales. Enseguida vincularon a Kane con la desdicha y la mala suerte de los equipos por los que pasa. El delantero tiene argumentos para refutar las provocaciones. Es el goleador de la Bundesliga, con 32 tantos (tres penales), seis más que Guirassy (Stuttgart), en 29 partidos. ¡Un promedio de 1,10 por encuentro!
Kane podría mandar a quienes se burlan de él que averigüen si los problemas de Bayern no surgieron en el quiebre del vestuario entre los referentes (Müller, Kimmich, Goretzka) con Tuchel, que tiene fecha de vencimiento confirmada al final del curso. La crisis de conducción también abarcó a la dirección deportiva, con cambios en los altos mandos. Como sucesor, Bayern le había apuntado a Xabi Alonso, que ya adelantó que cumplirá con el año de contrato que le queda en Leverkusen.
El estigma también persigue a Kane en el seleccionado de Inglaterra, del que es el goleador histórico, con 62 tantos en 82 encuentros; dejó atrás a Wayne Rooney. Se quedó en el umbral en la final de la Eurocopa 2021. En Wembley, lugar ideal para enterrar el mal fario, Italia se impuso en la definición por penales. Kane había convertido el primer remate de la serie, pero después fallaron Rashford, Sancho y Saka. Goleador del Mundial 2018, con seis tantos, el límite de Inglaterra fueron las semifinales ante Croacia.
De Tottenham emigró como el máximo anotador histórico, con 280 tantos en 435 cotejos. Insuficientes para terminar más arriba que la mejor ubicación alcanzada, un segundo puesto en 2017, detrás de Chelsea. ¿Era imposible que Tottenham fuera campeón alguna vez? Leicester rompió todos los pronósticos al consagrarse en 2016.
Su identificación con el club de Londres disminuyó desde la salida de Mauricio Pochettino, a quien lo unió una relación muy estrecha, tanto en lo personal como en lo futbolístico. En una entrevista con The Players Tribune contó una anécdota tras marcar su primer hat-trick en Tottenham: “Es uno de mis mejores recuerdos. No estaba seguro de lo que quería (Pochettino) cuando me invitó, no éramos tan cercanos todavía. Abro la puerta y él estaba sentado en su escritorio, con una copa con vino tinto y una gran sonrisa. Me saludó y me dijo que nos saquemos una foto. Fue brillante. Ahí fue cuando me di cuenta de que era una persona verdaderamente especial. Es un hombre fantástico, lo respeto como entrenador, pero también es mi amigo fuera del fútbol”.
Junto a Pochettino, Kane rozó la gloria en la final de la Champions League que fue a manos de Liverpool. En la Premier League, creada en 1992, bajó el telón con 213 goles. Solo lo supera Alan Shearer, con 260, que sin jugar nunca en uno de los grandes fue campeón con Blackburn Rovers en 1995.
Delantero que no solo vive del gol, Kane también se destaca en la construcción del juego y la inteligencia en los movimientos; sus retrocesos y apoyos mejoran los ataques. Une instinto con racionalidad. Un atacante completo desde lo conceptual, la contracara es su palmarés vacío. “Me sienta muy bien estar aquí, Bayern se caracteriza por su cultura ganadora”, dijo el día de la presentación.
Pero Bayern no da por perdida la temporada. El miércoles recibe a Arsenal en la revancha de los cuartos de final (2-2 la ida). “Para mí, es el mejor definidor del mundo”, lo elogió Gabriel Jesús, centro-delantero de Arsenal. ¿Goleador de la Champions League? Por supuesto, Harry Kane, con siete.