Gündogan señala a Araújo

“Tienes que tener claro que llegarás al balón. Si no, darle la oportunidad a nuestro portero. Tantos minutos con diez, te mata”, dijo el alemán. El uruguayo decidió jugársela ante Barcola en lugar de dejarle continuar. La moneda le salió cruz y el Barça se quedó a merced del PSG.

Juan Jiménez
As
Pocos apellidos suenan más fuertes que el de Araújo en la presentación de la alineación del Barça en Montjuïc. “Uruguayo, uruguayo”, le recibió al inicio; y le despidió a la media hora la grada como a un soldado que lo ha dejado todo en el campo de batalla después de que fuera expulsado. La complejidad arbitral de la jugada, saber si hubo falta o no; si era dentro del área y si era amarilla o roja, escondió la gran esencia. El tercer capitán del Barça se precipitó en la acción. Llevado por las revoluciones del partido, y la tremenda electricidad que rodeada el Barça-PSG, decidió en décimas de segundo que iría al cruce con Barcola. No podía sorprender. Araújo es así en los duelos, todo o nada. Lo dejó en manos de István Kovacks y este le bajó el pulgar. Muchas voces consideran que el uruguayo debió medir mucho más y valorar como una opción preferible dejar que Barcola rematase ante Ter Stegen. El peor paisaje que podía quedar después de la jugada era un 1-1, con el Barça aún por delante en la eliminatoria y once jugadores en el campo. La expulsión dejaba al Barça entregado a su suerte durante una hora. Como el mismo Xavi admitió, en el fútbol de hoy en día es “demasiada ventaja”.

Xavi exculpó al uruguayo: “Araújo se aparta y Barcola se deja caer”. La acción, sin embargo, daba para mucho más debate, especialmente en directo. Repetido, el fútbol pierde valor y las acciones se relativizan. A su salida del campo, el central hizo el gesto de sentirse robado. Seguramente, sin embargo, hubiese firmado dar marcha atrás y seguir en el campo aunque fuese con 1-1. Pero, en esas décimas de segundo, consideró que lo mejor para el equipo, y eso le honra, era intervenir en la jugada.

No hubo unanimidad en el vestuario y el palco del Barça sobre la acción de Araújo. Hay quien considera que hizo lo que debía yendo al cruce, fuese o no expulsión. Otros, sin embargo, creen que se debería haber inhibido. Uno de los que más claro lo dijo fue Ilkay Gündogan, que manifestó en una flash interview posterior al partido: “En ese tipo de jugadas, tienes que tener claro que llegarás al balón. Si no, darle la oportunidad a nuestro portero. Tantos minutos con diez, te mata”. Una declaración potente que traerá cola, como las manifestaciones que el capitán de Alemania y ex portador del brazalete del Manchester City, hizo después del Clásico.

La jugada llega, además, en un momento en el que el futuro del uruguayo no está claro. Con contrato hasta 2026, Laporta aseguró recientemente que es “optimista” con una renovación que ha reconducido él mismo después de unos meses donde hubo distancias reales entre las partes. La situación ha mejorado en los últimos tiempos, pero también es real la necesidad del Barça de ingresar cien millones de euros antes de junio para cuadrar las cuentas del ejercicio. El uruguayo, que siempre está en las quinielas, no ha sido especialmente contundente (este jueves, por cierto, aparecerá públicamente en la presentación de los Relatos Solidarios del Deporte) sobre su futuro en sus últimas apariciones públicas, que ha resuelto diciendo que siempre que lleva puesta la camiseta del Barça, lo deja “todo”. Pero no ha asegurado su renovación. Es difícil pensar que un solo error puntual contra el PSG haga peligrar su futuro de azulgrana. Pero el debate siempre está encendido en Can Barça.

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