Grietas en el vestuario del Barça
Araújo hace visible que las palabras de Gündogan sobre su error ante el PSG no le sentaron demasiado bien. La eliminación europea parece haber tensado la plantilla justo antes del clásico ante un Madrid que llega eufórico a la gran cita.
La unión que se intuía en el grupo justo antes de perder contra el PSG quizá se sustentaba con pies de barro fruto, sobre todo, por la reacción en LaLiga y a la supervivencia en la Champions, pero que ante el primer traspiés importante y de gravedad han abierto unas grietas difíciles de tapar.
Araújo evidenció que no le sentó demasiado bien que Gündogan apuntara a su error como el factor decisivo para quedar eliminados de Europa. “Prefiero guardarme lo que pienso. Tengo códigos y valores que hay que respetar”, afirmó durante la presentación de la XIX edición de los Relatos Solidarios, libro escrito por periodistas con fines benéficos y cuya recaudación irá este año a la Fundación Oncológica Enriqueta Villavecchia. Fue su respuesta a las palabras del centrocampista alemán, que en su valoración del partido aseguró que quedarse con una hombre menos los había “matado” y que en la Champions era “imposible remontar” jugando en inferioridad. Además, calificó de errónea la toma de decisión de Araújo de ir al corte con Barcola si no tenía la seguridad de llegar primero.
Sobre la jugada en concreto, el defensa uruguayo reconoció que arriesgó. “Era una jugada que era 50-50. Si el árbitro no la cobra, no pasa nada. Pero si la pitaba, me tenía que expulsar”. Para Gündogan, en momentos cruciales del partido como lo era aquel no debería habérsela jugado sabiendo que podía irse a los vestuarios.
Gündogan también criticó la manera cómo defendió el equipo la jugada del gol de Vitinha. “Otro error. Hay que salir a cerrarlo. No hay que dejarle chutar. Estaba libre. No es nada que no hayamos entrenado. El jugador más próximo al balón tiene que saltar a cerrar. Era un tres contra tres después del córner, llega Vitinha... hay que ir a por él. Nadie salió y si lo hizo, fue tarde”.
Araújo recibió apoyo de Jules Koundé y Sergi Roberto, que a través de las redes sociales quisieron dejar muy claro que como equipo “ganamos y perdemos todos”, en lo que parecía una llamada a la unidad del grupo para evitar males mayores justo antes del clásico. Precisamente, fue después del duelo ante el Real Madrid de la primera vuelta que Gündogan ya abrió otro foco de polémica al lamentar públicamente que no había visto a alguno de sus compañeros demasiado afectados después de perder un partido tan importante como un clásico.
Ante la polvareda levantada, el internacional alemán pidió la palabra antes de un entrenamiento para explicarse (no para pedir perdón) y Xavi quiso relativizar el tema justificando que todo se debía a un problema cultural porque los europeos del norte son más directos y claros mientras que el resto tienden a endulzar las posibles críticas. Frenkie de Jong y Lewandowski también han abierto alguna que otra polémica precisamente por este motivo.
Profunda o no, la grieta abierta en la plantilla no llega precisamente en un buen momento. El Barça visita este domingo el Santiago Bernabéu con la obligación de ganar para seguir manteniendo esperanzas en LaLiga. Los de Xavi Hernández deberán hacer rápido un cambio de chip y olvidar las penas. Pese a que el Madrid estará más cansado por el esfuerzo ante el City, la opción de sentenciar el título ante el eterno rival y delante de su afición les dará un plus de energía. Y llegan eufóricos al partido. Todo lo contrario que el Barça.