FA CUP | MANCHESTER CITY 1-CHELSEA 0 La redención de Bernardo Silva
Un gol del portugués, que falló un penalti en la tanda ante el Real Madrid, clasifica al Manchester City a la final de FA Cup. Nicolas Jackson perdonó a los ‘citizens’ y el Chelsea reclamó un penalti de Jack Grealish.
Nicolas Jackson desesperó a propios y contrarios de cara a portería. Quien sí vio portería fue Bernardo Silva. El portugués, protagonista del encuentro ante el Real Madrid tras fallar uno de los penaltis de la tanda, marcó el primer y único gol del partido. El Manchester City volverá a Wembley a la espera de saber si se enfrentará, como el curso pasado, al Manchester United. Ya sean los red devils quienes superen la otra semifinal o el Coventry City el que protagonice una gesta histórica, quien lo tiene verdaderamente crudo para sonreír en este tramo final de temporada es Mauricio Pochettino.
Los blues, que perdieron la final de Carabao Cup ante el Liverpool, ven (mal)gastada otra bala para ir a Europa. El conjunto londinense es noveno clasificado en la Premier League, a tres puntos del Newcastle (sexto). Los seguidores del Chelsea pasarán de enemigos del Manchester City en esta semifinal copera a ‘seguidores’ skyblues, y es que la posible consecución del torneo copero por parte de los mancunianos ampliaría el cupo de equipos ingleses clasificados para la Europa League.
Ni Foden ni Jackson
Sin Erling Haaland, lesionado como informó el propio Pep Guardiola, pero con Kevin de Bruyne, los citizens salieron mandones a un Wembley abarrotado y tuvieron la primera del partido. El gran pase filtrado de Kevin de Bruyne para Phil Foden permitió al inglés deshacerse de Djordje Petrovic, pero el ‘47′ se quedó sin ángulo para disparar y el tiro lo sacó Marc Cucurella sobre la línea.
Aunque el conjunto mancuniano incomodó la salida de balón del Chelsea, la presión alta, que no asfixiante, fue decayendo con el paso de los minutos. El Manchester City, con jugadores como Kyle Walker o Bernardo Silva en el once, que jugaron los 120 minutos de partido ante el Real Madrid, empezaba a dar muestras de cansancio. Fue entonces cuando el equipo de Mauricio Pochettino, más liberado, empezó a correr al espacio y hacer daño a la zaga skyblue a base de contragolpes. En uno de dichos contraataques fue cuando más cerca estuvieron los blues de estrenar el marcador.
Enzo Fernández dejó solo a Nicolas Jackson ante Stegan Ortega. El senegalés llegó incluso a sortear al arquero alemán, pero cuando llegó el momento de tirar se le apagaron las luces. La defensa mancuniana se le echó encima y la clara ocasión del Chelsea se fue al limbo.
Bernardo, de villano europeo a héroe copero
Si el Manchester City echó añoró la figura de Erling Haaland a la hora de fijar centrales en el área y favorecer al cuarteto de mediapuntas con sus movimientos, lo que echó en falta el Chelsea en el arranque del segundo tiempo es que Nicolas Jackson metiera las ocasiones que tuvo. Una de ellas al menos. Aún más clara que la errada durante los primeros 45 minutos fueron el mano a mano y el cabezazo que Stegan Ortega sacó sucesivamente al ariete senegalés en el 49′. Ni Mauricio Pochettino ni la mitad azul oscuro de Wembley daban crédito.
Tampoco entendieron los jugadores del Chelsea que el colegiado no pitase un penalti por posible mano de Jack Grealish en el interior del área. El VAR revisó la acción en la que una falta botada por Cole Palmer pareció tocar en el brazo del atacante inglés, pero la jugada quedó en nada.