F1 (CHINA) | ESPRINT / Alta tensión Alonso-Sainz

Victoria de Verstappen delante de un gran Hamilton. En un esprint agresivo, los dos españoles se tocaron luchando por el tercero. Fernando abandonó y Carlos fue 5º.

Jesús Balseiro
As
Pintaba a esprint resuelto tras un arranque de fuerza de los tres campeones de la parrilla, pero la carrera se fue rompiendo hasta que la agresividad revolvió el top-5. Delante no, Verstappen venció delante de un Hamilton renacido. Lando marró otra ocasión clara de victoria. Y en la lucha por el podio, Alonso salió mal parado de un toque con Sainz que generó un pinchazo al Aston Martin y cortó toda la inercia en la carrera del madrileño. En realidad quedaron mal parados los dos: de luchar por la tercera plaza, uno abandonó y el otro fue quinto. Se queda un GP de China tenso y todavía no se ha servido ni el primer plato. Era el aperitivo.

En la salida se autodescartó el poleman, Norris, que tiene ya unos cuantos precedentes de casi pero no en su no tan corta carrera como piloto de Fórmula 1. El asfalto estaba seco por el carril pero húmedo en los márgenes. Hamilton y Alonso atacaron el interior, el inglés intentó defenderse del Mercedes por fuera en la interminable curva 1 y... terminó perdiendo el coche ligeramente para recuperarlo en la escapatoria. Cayó de la primera a la séptima plaza. Ocasión perdida, otra más, para un buen piloto sin triunfos en el Mundial. A partir de ahí se estableció el tren: Hamilton, Alonso y Verstappen y un grupo incomodísimo conformado por Sainz, Checo, Leclerc y los dos McLaren.

Verstappen tiró de paciencia y en media carrera resolvió el entuerto. Se acercó décima a décima a Alonso y le pasó sin dificultades en la vuelta 8, al final de la recta larga de Shanghái. Un par de vueltas más tarde cazaba a Hamilton, que era cuatro décimas más lento. La diferencia entre el Red Bull, Mercedes y Aston Martin se volvió insultante en las escasas diez vueltas que servían de ecuador del esprint. Se hizo larga la carrera corta en la lucha por la victoria, porque Max no tuvo mucho más divertimento y las diferencias se estiraron.

Lucha agresiva por el podio

La emoción entonces la ponía Fernando. Su tercero se antojaba efímero vista la presión y la facilidad con la que se acercaron Sainz, Pérez y compañía. Pero la defensa inteligente del asturiano, más la tralla constante que se daban el Ferrari y el Red Bull, hizo que en la agonía el Aston Martin pudiera defenderse de los grandes. Vuelta tras vuelta, abrían el DRS los cuatro coches que sucedían a Alonso, pero el español llegaba a la recta con un colcón de unas siete décimas que le servía para salvar la papeleta. Los Ferrari y el Red Bull se metieron el morro casi en cada frenada, pero el Aston salió indemne. Daba la sensación de que en cuanto uno le metiera la rueda, el tercero se convertiría en sexto en cuestión de segundos.

Y más o menos fue lo que pasó: en la vuelta 16 saltaron chispas de las de verdad y todo pasó de castaño a oscuro. Sainz atacó en las curvas del primer sector a Alonso, porque en las rectas no había sido posible. Se emparejaron los dos españoles en la curva siete… y salieron tan pegados que llegaron a tocarse. Pareció un roce inocuo, pero quedaron mal parados los dos: Fernando tenía un pinchazo en la rueda delantera derecha, que se había tocado con el alerón de Sainz, y empezó a perder posiciones hasta que retiró el coche. Y Carlos perdió la inercia.

Pérez pasó ambos tras un último intento de Alonso sobre Sainz y consolidó la tercera posición, y en la siguiente vuelta fue Leclerc quien presionó al madrileño hasta superarle, a pesar de la agresiva defensa de Carlos. El Ferrari de Sainz, que tenía mucho ritmo hasta entonces, se quedó a medio gas defendiéndose de Lando. De luchar por el minipodio a cruzar la bandera a cuadros en el quinto puesto y gracias, por detrás de Verstappen, un gran Hamilton, Pérez y su compañero. Alonso para entonces ya se había bajado del coche.

Tras bajarse del coche, Alonso comentó: “Después de ponernos segundos en la salida pensé que íbamos a caer muy rápidamente pero nos mantuvimos ahí. Íbamos pidiendo demasiado a los neumáticos, pero al final no teníamos más rueda. Era difícil mantener todo el grupo detrás, supongo que me hubiesen pasado y hubiese acabado séptimo, así que habrían sido dos puntos, no hemos perdido mucho. Y ha sido una carrera muy divertida”. Sobre el toque con Sainz: “En la siete la hicimos emparejados, luego en la ocho me intenté tirar por fuera pero él fue hacia fuera para no dejarme sitio. Luego en la nueve yo hice lo mismo, tirarme por dentro para no dejar sitio. En la ocho yo me abrí para no tocarnos, en la nueve él no se abrió y nos tocamos”.

Sainz lo vio desde otra perspectiva: “Guardé neumático detrás de Fernando, le conseguí pasar bien, pero él hizo un movimiento un poco demasiado optimista para devolvérmela que al final le ha costado la carrera a él y a mí. Una pena porque podríamos haber luchado por el podio sin ese incidente”. En cualquier caso, el calentón del esprint parece que se quedó ahí. Cuando salieron de declarar ante los comisarios lo que se puede catalogar como incidente de carrera, había cordialidad máxima. Queda mucho fin de semana por delante.

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