Un
gol de Andrich en el 96′ da el empate a los de Xabi Alonso ante el
Stuttgart, El Bayer ya es en solitario el equipo con mejor racha en el
siglo XXI: 46 partidos seguidos sin perder.
As
Sin
Wirtz, Xhaka, Hlozek, Boniface ni Hincapié sobre el césped se presentó
el Leverkusen ante el Stuttgart, tercer clasificado de la Bundesliga.
Ante un rival de envergadura y con las semifinales de la Europa League a
la vuelta de la esquina, el de este sábado era un escenario complicado
para un Bayer que a pesar de ser campeón desde hace dos jornadas,
todavía sueña con la hazaña de terminar la temporada sin haber perdido
un solo partido. Y a pesar de las ausencias, los de Xabi Alonso
jugaron como si ese objetivo fuera tan importante como el histórico
título conseguido. Vertical, intenso. El juego del Leverkusen fue muy
superior al del Stuttgart en la primera parte. Grimaldo y Frimpong,
las dos alas del equipo renano, fueron dos cuchillos punzantes que el
equipo de Hoeness no supo cómo parar en los primeros 45 minutos. En
sus botas y en las de Schick tuvo el conjunto de las aspirinas varias
oportunidades para adelantarse antes del descanso, pero un Nubel
bastante inspirado y la falta de puntería de los jugadores del Bayer
impidieron que los de Alonso se fueran a los vestuarios con ventaja en
el marcador.
El Leverkusen había perdonado en la primera parte y lo pagó caro al inicio de la segunda. A
los dos minutos de la reanudación, Leweling controló un balón al
espacio y se introdujo en el área, donde fusiló a Hradecky. El portero
finés logró desviar el balón al poste, pero entonces apareció Fuhrich
para recoger el rechace y hacer el 0-1 a placer. El gol noqueó al equipo local, que de repente desapareció del encuentro. El Stuttgart lo aprovechó y puso más tierra de por medio unos minutos después con el gol de Undav,
que le robó el balón a un despistado Andrich en el borde del área y
ajustó su disparo raso pegado al poste derecho de la portería. Quedaba
media hora, pero la temporada perfecta parecía escaparse. Pero entonces
el Leverkusen reaccionó. Dos minutos después del 0-2, Adli recibió en
la esquina del área y cruzó la pelota con un potente disparo que, esta
vez sí, batió a Nubel y desataba la euforia en un BayArena que creía en
la remontada.
Con el 1-2, el Leverkusen se lanzó en tromba al ataque y Nubel volvió a ser el gran protagonista del encuentro.
Kossonou llegó a empatar el partido en el 77′, pero Tapsoba estaba en
fuera de juego al inicio de la jugada y el tanto no subió al marcador.
El Stuttgart estuvo a punto de sentenciar a la contra, pero Guirassy se
topó con un gigantes Hradecky, que le sacó una pelota en boca de gol. EL
Leverkusen lo intentó hasta el final y, al igual que le ocurrió ante el
Dortmund hace dos jornadas, demostró una fe inquebrantable hasta la
última jugada, cuando en el 96′ Wirtz colgó una falta lateral al corazón
del área y tras varios rebotes, Andrich mandó el balón al fondo de la
red. El BayArena rugió y la locura se apoderó del estadio. No es para
menos. Con ese gol, el Leverkusen supera las rachas del Dinamo Zagreb y
el Rijelka y ya es en solitario el equipo con la mejor racha del siglo
XXI: 46 partidos seguidos sin perder.