El banco más grande de Estados Unidos se despide de Wall Street después de 150 años
Las consecuencias de la pandemia y cambios en el sector financiero despojan a la calle neoyorquina de su tradicional bullicio, dejando un paisaje de oficinas vacantes y comercios luchando por sobrevivir
Wall Street, conocida mundialmente como el corazón de la industria financiera, ha experimentado una notable disminución en la presencia física de bancos y corredurías, dejando atrás edificios históricos y transformando la calle en un símbolo más que una central operativa de finanzas. Según John Santora, presidente de las operaciones de Nueva York del corredor de bienes raíces Cushman & Wakefield, la ocupación de los bancos en Wall Street ha disminuido drásticamente, pasando de 5 millones de pies cuadrados (aproximadamente 464,515 metros cuadrados) a solo un par de cientos de miles de pies cuadrados desde el año 2000.
La transformación de Wall Street no solo afecta a las entidades financieras, sino también a sus trabajadores y a los comercios locales. Sunil Rally, quien ha operado un puesto de periódicos en Wall Street desde 1991, señala una reducción significativa en el tráfico peatonal desde la pandemia, indicando un cambio en la dinámica y atmósfera de la zona. Igualmente, edificios como el situado en el 60 de Wall Street, que alguna vez albergaron a JPMorgan y posteriormente a Deutsche Bank, ahora se encuentran vacantes, lo que evidencia el continuo desplazamiento del núcleo bancario hacia otras áreas.
La pérdida del ambiente “de la vieja escuela” de Wall Street, descrito por el corredor de la NYSE Peter Tuchman como lleno de energía y caos, es palpable. El cambio refleja una transformación general en el sector financiero, donde la tecnología y la globalización han descentralizado las operaciones y reducido la necesidad de una ubicación física central. Lo que alguna vez fue un lugar lleno de banqueros y empresarios ya no ejerce la misma influencia directa sobre el negocio global del dinero.
Este hito en la historia financiera estadounidense será recordado como un claro indicador de cómo las instituciones y prácticas de negocios se adaptan a un mundo en constante cambio.