Cómo funcionaba el negocio inmobiliario criminal que había montado la banda Los Trinitarios en Santiago de Chile
La agrupación, integrada mayoritariamente por dominicanos, arrendaba sitios en el campamento “Nuevo Amanecer”. Si los arrendatarios no pagaban, les destruían sus pertenencias
Sin embargo, la investigación partió casi un año atrás, cuando detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) Maipú-Cerrillos, de la Policía De Investigaciones (PDI), se infiltraron en la “toma” o campamento irregular “Nuevo Amanecer” de Cerrillos. Las pesquisas partieron debido a las constantes denuncias de los pobladores del sector, quienes decidieron denunciarlos por una serie de hechos, incluyendo el tráfico de drogas en el sector.
Más allá de la violencia con que actuaban - al menos 15 homicidios en menos de un año -, este grupo vino a quebrar los esquemas del crimen organizado como se había observado en Chile, pues no solo se dedican al tráfico de drogas, a la trata de personas y al ejercicio de la violencia, tal como “Los Gallegos” o “Los Pulpos”: lo que sí los hace singulares es que ellos se conciben como una empresa cuya base es el rubro inmobiliario, según consigna un reportaje de El Mostrador.
El emprendimiento
En distintos sectores de Chile las organizaciones criminales que se han asentado ejercen un control territorial que ya es evidente. El cerro Chuño, en Arica (2.000 kms al norte de Chile), fue tomado por “Los Gallegos”, que comenzaron a eliminar a todos los traficantes del sector a sangre y fuego. En el caso de “Los Pulpos”, pandilla peruana originaria de Trujillo con fuerte presencia en Santiago, el control territorial que ejercen sobre distintos cités quedó en evidencia a raíz del homicidio del ciudadano estadounidense Eric Garvin, a quien confundieron con un miembro de un grupo rival, asesinándolo en enero de 2023, mientras el abogado, de etnia afroamericana, caminaba por el barrio Yungay tomando fotos.
En medio de la toma Nuevo Amanecer, que comenzó en 2020, “Los Trinitarios” se adueñaron de un extenso paño de terreno y comenzaron a ofrecer en arriendo subdivisiones por valores que oscilan entre 250 y 500 mil pesos mensuales (USD 265 a 531). En ellos vivían varias familias, las que prorrateaban el valor del arriendo que incluía además agua y electricidad, esta última provista por un individuo de origen peruano, que trabajaba para la organización y que además era funcionario de una empresa eléctrica.
Si alguien no pagaba los sicarios del grupo, una célula del Tren de Aragua subcontratada por los dominicanos, amenazaba a los morosos y luego de ello ingresaban a sus viviendas para robarles el televisor o el refrigerador. El objetivo no era apropiarse de dichas especies, sino quemarlas en medio de la calle, un mensaje ominoso. Hasta el momento, se sabe de 56 sitios “arrendados” bajo este concepto, lo que dejaba a Los Trinitarios un ingreso mensual estable del orden de los 20 millones de pesos (USD 21.250)
A ello se sumaba lo que obtenían por la venta de droga, que repartían por el Gran Santiago gracias a un verdadero ejército de soldados que trabajaban las 24 horas del día, pero especialmente en la “toma”, de la cual se apoderaron negociando al principio con dos clanes chilenos que operaban en el sector. A quienes no negociaron, simplemente los eliminaron, actuando en conjunto con el Tren de Aragua. De hecho, eso es lo que hay detrás de dos triples homicidios (uno a mediados de 2023 y otro a inicios de este año) y en varios otros hechos del mismo tipo.
Las drogas y los arriendos extorsivos no eran, sin embargo, sus únicas fuentes de ingresos. A estas se sumaban otros negocios ilícitos, entre ellos dos restaurantes ubicados al interior de la toma, que en las noches funcionaban como discotecas y prostíbulos, además de un lavado de autos, donde también también confeccionaban las “bombas” con droga.
“Los Trinitarios”, además, operaban tres casas de cambio y ocho barberías, ubicadas en la misma toma, en Estación Central y en Santiago centro, las que se estima eran utilizadas para lavar los activos mientras que las primeras se utilizaban para transferir dinero al extranjero, principalmente a Estados Unidos y España, donde Los Trinitarios también tienen fuertes bases de operaciones. Por cierto, las ganancias ilegales no solo se mandaban a través de las casas de cambio, sino también por medio de bitcoins y transferencias, que eran retiradas en los países de destino por miembros de Los Trinitarios en Chile que viajaban al menos una vez por mes al extranjero.
Otro líder prófugo
El cabecilla de “Los Trinitarios” en Chile fue, hasta mediados del año pasado, el dominicano Onnys Moreno Consoro, quien ingresó en 2013 al país. Cuatro años más tarde fue detenido en la parte trasera del terminal de buses Alameda Sur, cuando una patrulla de Carabineros fue impactada por un auto que conducía Moreno, en cuyo poder se encontró un revólver Taurus calibre 38 con varias municiones.
En 2021 fue condenado a tres años y un día por el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, pero recibió el beneficio de la libertad vigilada y aunque acudió varias veces a los controles ante Gendarmería, dejó de asistir en mayo del año pasado, ante lo cual se dictó una orden de detención en contra en octubre.
Sin embargo, para esas fechas Onnys Moreno ya estaba en Nueva York, hacia donde huyó luego de participar en un triple homicidio junto a miembros del Tren de Aragua. Actualmente, según la información que maneja la policía, sigue en dicha ciudad estadounidense junto a su pareja.