CHAMPIONS (1/4, IDA) | ARSENAL 2-BAYERN 2 / Múnich dictará sentencia

El equipo de Thomas Tuchel remontó, con goles de Serge Gnabry y Harry Kane, el tanto inicial de Bukayo Saka, pero Leandro Trossard empató a falta de 15 minutos. Alphonso Davies vio la amarilla y se perderá la vuelta.

Pablo Montaño

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Parafraseando a José Bordalás, aunque contextualizando su ya icónica frase en las grandes noches europeas, “esto es la Champions League, papá”. De poco importan las rachas, buenas o malas, y las dinámicas cuando el balón echa a rodar entre semana. El Bayern de Múnich, en plena crisis, no solo plantó cara al líder de la Premier League en su casa y sin seguidores bávaros en las gradas del Emirates Stadium, sino que consiguió darle la vuelta al 1-0 local, obra de Bukayo Salka. Obra de arte, incluso. Eso sí, el equipo de Mikel Arteta no ha llegado a los cuartos de final de la máxima competición continental, ni lidera la liga inglesa, por casualidad.

Serge Gnabry, en su día canterano del Arsenal, hizo el empate y Harry Kane, exdelantero del eterno rival de los gunners, puso por delante al equipo de Thomas Tuchel. Ningún jugador, sin haber vestido la elástica del Arsenal, ha marcado nunca tantos goles (seis) como el ahora ‘9′ muniqués. Aún quedaban 45 minutos y, a falta de 15 para el final, Gabriel Jesús puso la magia y Leandro Trossard, el empate.

Tanto londinenses como bávaros merecieron, por tramos, el triunfo. De ahí que el empate sea, a fin de cuentas, el resultado más justo. Ambos las tuvieron, pero solo algunas de las ocasiones más claras terminaron dentro. Dentro de una semana, en el estadio que volverá a teñirse de rojo, pero de ‘rojo Bayern’, conoceremos al semifinalista de la Champions League. Este Arsenal no tiene nada que ver con el que perdió en 2017 por 1-5 ante el conjunto muniqués, pero el equipo de Thomas Tuchel no está tan mal, al menos en Europa, como muchos pensaban.

Kane es Kane, en Múnich o en Pekín

Con un Emirates Stadium lleno hasta la bandera –la UEFA sancionó sin viajar a los seguidores bávaros y los gunners colgaron el cartel de “no hay billetes” con un lleno solo de seguidores locales– y un ambiente propio de una gran noche de Champions League, las cosas empezaron muy bien para los pupilos de Mikel Arteta. Además de la amarilla que vio Alphonso Davies, se perderá el encuentro de vuelta por acumulación de tarjetas, el cuadro local asestó el primer golpe a los muniqueses.

Bukayo Saka, tras una pérdida del lateral canadiense en la autopista que le puso al ‘7′ local durante el primer tiempo, terminó adentrándose en el área para batir a Manuel Neuer con un disparo de rosca ajustado al palo. Por fin, el extremo inglés aparecía en una gran cita para situar por delante a los gunners en los cuartos de final de la Champions League. El 2-0, escasos minutos después, pudo correr a cargo de Ben White, pero su disparo en el mano a mano fue directo al pecho del arquero alemán. Una ocasión muy clara que el Arsenal, más pronto que tarde, lamentaría haber fallado.

Gabriel Magalhães y William Saliba llegaban a la eliminatoria europea como la gran pareja de centrales del momento. Juntos han elevado a los gunners al siguiente nivel, pero, también juntos, permitieron la remontada del Bayern de Múnich en los primeros 45 minutos. Una pérdida del brasileño en el minuto 18 propició el 1-1, obra de Serge Gnabry. Poco más de 10 minutos después, tras un eslalon interminable de Leroy Sané desde la línea del medio campo, el francés trabó al extremo visitante en el interior del área. El gol del 1-2 fue doblemente doloroso. Primero, porque desinfló el soufflé del Emirates Stadium. Pero, sobre todo, porque lo convirtió Harry Kane.

La leyenda del Tottenham, ahora ‘9′ del Bayern de Múnich, volvió a marcar a los gunners en su regreso al norte de Londres. En total, con el anotado en la ida de los cuartos de final de la Champions League 2023-2024, son 15 los goles que le ha marcado el ariete inglés al Arsenal en 20 partidos. Para Harry Kane lo de marcarle a su eterno rival es una cuestión de rutina.

Samba de Gabriel Jesús

Muchas cosas no le gustaron al técnico español después del primer tiempo, y es que lo primero que hizo nada más reanudarse el encuentro fue a introducir a Oleksandr Zinchenko. Aunque el ucraniano devolvió el control del balón al cuadro local, el Arsenal comenzó los 45 minutos impreciso y precitado. Como si aún no restase toda la segunda parte, así como los 90 minutos del Allianz Arena.

Tras un tramo en el que no pasaron demasiadas cosas en el Emirates Stadium, algo ciertamente positivo para los intereses visitantes, todo lo acontecido a falta de 15 minutos para el final fue perjudicando a los pupilos de Thomas Tuchel. Primero, la lesión muscular de Serge Gnabry. Segundo, el gol del empate de Leandro Trossard. Y tercero, por si no fuera suficiente, el disparo al palo de Kingsley Coman cuando la megafonía del estadio ya anunciaba el tiempo añadido.

Aunque el tanto del 2-2 bien merece detenerse en él. Gabriel Jesús, introducido por Mikel Arteta, bailó en el interior del área con el balón en los pies. Matthijs De Ligt terminó por los suelos y el brasileño, en vez de culminar la jugada, cedió el balón al atacante belga para que fuera él quien devolviera las tablas al marcador en el 76′. Pidió al unísono el feudo gunner un penalti de Manuel Neuer sobre Bukayo Saka en la última acción del partido, pero fue el extremo inglés quien buscó el contacto con el arquero visitante. Ni penalti ni victoria para ninguno de los dos equipos. Múnich dictará sentencia.