BETIS 1 - SEVILLA 1 / Otro derbi sin dueño

Ni Betis ni Sevilla impusieron brillo en su fútbol para merecer más en el Villamarín. Isco esperanzó a Heliópolis antes del vuelo letal de Kike Salas. Isaac y Bakambu, KO.

Daniel Lagos
As
Betis y Sevilla se repartieron los puntos en otro derbi sin fútbol y con demasiada polémica. Los verdiblancos suspiran por llevarse un punto insuficiente en sus pretensiones de Europa y los nervionenses sienten que quizás hubo opciones de más en el Benito Villamarín. Nadie se fue contento de una cita que dio ventaja a los locales por un discutido penalti que transformó Isco y terminó con las tablas tras la aparición de Kike Salas por los aires. El Betis duró lo que duró Isco mientras el Sevilla lloraba la lesión de Isaac Romero. Sin ellos, sólo hubo ímpetu y pretensiones. Insuficiente para convertir este derbi en lo que un día todos soñaron que fuera.

El inicio del duelo mostró a un Sevilla más protagonista en el Villamarín. El sistema de Quique dañaba la salida de balón del Betis y entregaba muchos espacios a Ocampos y sus delanteros. Había quizás muchos miedos aún en escena, pero el cuadro nervionense se sintió cómodo mientras su rival sólo lograba asociarse lejos del campo contrario. Soumaré ganaba esa primera batalla de medios y Suso era un incordio sin posición fija. Un pase del gaditano al espacio entregó una buena opción a Isaac Romero, cuyo pase atrás no encontró a En Nesyri. Fue la última acción del canterano en su primer derbi al sufrir un daño muscular en su muslo derecho.

La cautela parecía contener a las ganas. Las del Betis se reflejaron en el balón parado. Ahí Isco sí podía pensar. Pero el Sevilla parecía firme en ese escenario. El equipo de Quique insistía con un juego más directo y Lukebakio erró lo que no podía errarse antes de que Ocampos rematara a placer en fuera de juego. El Betis tomaba aire de la mano de Ayoze. El canario levantó la mano y pidió su sitio en el duelo. Tiró dos diagonales casi seguidas que atormentaron a Nyland antes de que Fornals tuviera una ocasión de oro que salvó Sergio Ramos bajo palos. Ahí despertó el Villamarín. Y Fornals volvió a tener una vía de disparo en su pierna derecha que esta vez se estrelló en el brazo de Lukebakio. Sánchez Martínez no dudó y el VAR no intervino. Isco, desde el punto de penalti, pudo con la mano de Nyland. Casi sin nada, los de Pellegrini golpeaban primero.

El Sevilla fue valiente pero desordenado desde ese instante. Las dudas defensivas del Betis invitaron a Ocampos a colocar las tablas, pero Guido se interpuso a su disparo. El descanso regalaba la opción de pensar a ambos bandos. Pellegrini quería más fútbol. Quique quería más pegada. Parecían papeles cambiados. Nadie movió fichas al descanso, aunque las revoluciones llegarían pronto. Bakambu tuvo el 2-0 en sus pies, pero el ariete de lesionó en su carrera hacia Nyland y apenas remató. Willian José a escena. El Sevilla varió su línea defensiva para que Kike Salas saltara al césped y el canterano tuvo una respuesta inmediata: se elevó más que nadie en un saque de esquina lanzado por Acuña y fulminó a Rui Silva para colocar el 1-1.

Más de media hora por delante y pocos conformismos en liza. Isco tomó los mandos y Sergio Ramos se hizo gigante en su área. El ida y vuelta fue tomando forma con el paso de los minutos sin que las ocasiones claras entraran en juego. Pellegrini tiró de Fekir y quiso estirar sus líneas para dañar al Sevilla, pero el equipo de Quique también respondía con las carreras de Lukebakio y las apariciones entre líneas de Suso. No había conexión con los arietes en ninguno de los dos equipos, pero una irrupción de Fekir por el flanco derecho encontró el desmarque de Isco, que estrelló su tiro ante Nyland. Había más amagos que disparos.


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