Afirman que el comando entero de la Guardia Revolucionaria Iraní en Siria y el Líbano fue abatido en el ataque al consulado en Damasco
La cadena de televisión Bloomberg informó que estos altos oficiales, cruciales para actividades de Hezbollah en la región, murieron en el bombardeo del 1 de abril
Tanto Rahimi como Zahedi, agregó Bloomberg, se encontraban en el edificio del consulado, al lado de la embajada, ya que consideraban que se trataba del lugar “más seguro” en toda la capital siria. Inclusive, poco antes del bombardeo, se había debatido la mudanza de la residencia del Embajador y el Cónsul a un complejo en la misma cuadra, donde también viven dos de los hermanos del dictador sirio Bashar Al Assad, aunque tras una reunión con los miembros de la Guardia se concluyó que no sería necesario.
El bombardeo a la sede diplomática en el barrio de Mazeh ocurrió en medio de las tensiones que Israel mantiene con los grupos terroristas proiraníes en Medio Oriente que, a diario, lanzan ataques contra su país en apoyo a la guerra del grupo terrorista palestino Hamas. No obstante, la ofensiva nunca fue reivindicada por Tel Aviv, que mantuvo el silencio en todo momento.
Imágenes de aquel día mostraron el edificio reducido a escombros y humo saliendo del sitio, ante lo que el régimen persa prometió una importante venganza, que no tardó en llegar. El pasado 13 de abril, las Fuerzas de Defensa confirmaron en horas de la noche que “decenas de drones” habían sido lanzados desde puntos varios de Irán y se dirigían hacia su territorio. Se trató del primer ataque directo del régimen al Estado judío.
No obstante, un alza en la tensión en la región fue inevitable, con funcionarios de Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros, abogando por un cese de las hostilidades directas entre los países. Irán “llevó a toda la región al borde del abismo” pero “a nadie le interesa una escalada significativa” que “sólo ahondaría la inseguridad en Medio Oriente”, aseguraron funcionarios británicos.
Cinco noches después, desde Irán aseguraron que Tel Aviv había lanzado una operación sobre su base aérea militar cercana a Isfahan, en el centro del país. Asimismo, esa misma semana, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, apuntó contra Irán en el plano diplomático y pidió a 32 países que impongan sanciones contra el programa de misiles del régimen y designen a la Guardia Revolucionaria como una “organización terrorista”.