Aaron Anselmino, el chico que llegó de La Pampa y puso la Bombonera a sus pies
Marcó el gol que le dio la victoria a Boca por la Copa Sudamericana
La confianza de Diego Martínez en Anselmino crece día a día. Por eso es que es juvenil que el 29 de abril cumplirá 19 años y es oriundo de Bernardo de Larroudé, una pequeña localidad de la provincia de La Pampa limítrofe con la de Buenos Aires, estuvo desde el arranque en el choque de Copa Sudamericana de este martes. Y fue este chico, que hace un par de meses firmó su primer contrato con Boca hasta 2027, apenas seis meses más tarde lo extendió hasta 2028 y tiene una cláusula de rescisión de 20 millones de dólares, el que desanudó un partido muy duro para Boca.
La explosión de la Bombonera permitió comprender el desahogo: el primer gol de Anselmino en la primera división quedará inmortalizado en ese cabezazo. Es que el juvenil de Boca, que desembarcó en el club con menos de 12 años y en apenas cinco partidos en la primera captó la atención de ojeadores de Manchester United, Milan e Inter, demostró una fuerte personalidad para pelear por el puesto de primer marcador central xeneize.
Pero no fue una noche perfecta para Anselmino, ya que no pudo terminar el partido, se retiró del campo de juego por una molestia física e incluso Boca terminó el partido con apenas 10 futbolistas en el campo de juego, ya que Martínez había realizado los cinco cambios. Según se especula, el defensor tendría una lesión muscular en el isquiotibial izquierdo y este miércoles le realizarán estudios para determinar la gravedad de la dolencia.
Su desembarco en Boca
Aaron siempre anduvo con la pelota debajo del brazo, él quería jugar. Fue Juventud de Banderaló, una localidad cercana a su Larroudé natal -una a cada lado del límite entre ambas provincias-, el club donde comenzó a gastar las primeras zapatillas de tanto patear y patear. Su talento fue creciendo, por eso más tarde pasó a Sportivo Realicó y allí participó del torneo “Sueño Celeste”, que organizó Atlético de Rafaela en agosto de 2013. Ese fue un punto de inflexión para él porque despertó el interés de una reclutador de Boca. Anselmino jugó ese torneo relámpago como volante y fue el que más atención llamó, con apenas 8 años.
El cazatalentos xeneize Diego Mazzilli se acercó a la familia Anselmino y fue fichado por el club a principios de 2014. Se alojó en la casa de unos familiares en San Justo, cerca del ex predio de La Candela. Por entonces jugó la Liga Metropolitana (a esa edad todavía no compiten en AFA) y regresaba a Larroudé. Cuando tuvo edad de novena (12/13 años) el ex coordinador de inferiores Claudio Vivas lo llevó a la pensión en Casa Amarilla. En esa etapa adquirió su puesto de defensor central, ya que fue Luis Lúquez quien lo puso en esa posición y descubrió que su potencial allí era muy alto.
Con 1,86 metro de altura y un porte físico importante, su imagen se asemeja a la de Marcos Rojo, a excepción de que Anselmino es diestro: diez días antes de debutar en primera compartieron la zaga en un partido de Reserva ante Arsenal, ya que el capitán estaba sumando minutos tras la rotura de ligamento cruzado que había sufrido. En esa jornada fue visto por Jorge Almirón y a los pocos días lo sumó a algunos entrenamientos del plantel profesional.
Rápido, fuerte, criterioso en cada decisión, describen al pampeano quienes vieron su recorrido en las juveniles del club. Tras el debut ante Lanús -el 10 de junio pasado-, el propio Almirón se desvivió en elogios durante la conferencia de prensa, luego del 1-1 agónico por el gol de Darío Benedetto. “Le tocó debutar a un chiquito que lo hizo realmente muy bien. Parecía que tenía 200 partidos encima. Entrar a la cancha de Boca y jugar cómo jugó, la verdad es que no es fácil”, destacó la personalidad del debutante. “lo vi en algún entrenamiento porque, a veces, suben a jugar con nosotros. Ahí vi que hizo algunas jugadas. Después lo vi haciendo la dupla con Rojo y me sorprendió. Lo que hizo hoy fue lo normal en él, más allá de la juventud que tiene”, prolongó el halago.
“Es bueno técnicamente, es rápido, tiene buen pase. Hay muchas condiciones en él, pero necesita tiempo. Lo noto un chico muy sano, bastante correcto y creo que tiene un gran futuro”, amplió Almirón sobre el primer juvenil que hizo debutar en su paso por el club. Después, Anselmino jugó otros cuatro partidos hasta fin de año: frente a Sarmiento, Racing, Estudiantes y Newell’s (la tarde en que la Bombonera volvió a aplaudirlo).
Disputó torneos juveniles a nivel regional y también internacionales como en Rusia, Japón y Bolivia, donde en 2022 fue el capitán del equipo a cargo de Matías Donnet que le ganó la final de la Copa Evo a River. Anselmino se transformó en un chasquido en una de las piezas importantes para Diego Martínez, no sólo como recambio, sino que uno de los futbolistas que pueda darle soluciones y quizá hasta adueñarse de un lugar que en Boca desde hace años no encuentra tanta respuestas.